SOCIEDAD
Salvar al loro mas grande y fuerte: el guacamayo jacinto
Loro Parque Fundación apoya un proyecto de conservación de esta especie que se encuentra muy amenazada por los incendios sufridos en Brasil
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Loro Parque Fundación apoya técnica y financieramente un proyecto en Brasil para proteger las poblaciones del loro más grande que existe en el planeta: el guacamayo jacinto. Con más de un kilo de peso y un metro o más de envergadura en algunos ejemplares adultos, este formidable pájaro está ligado a los frutos de algunas palmeras en el ecosistema donde habitan.
Los censos son esenciales para saber el estado real de las poblaciones en el medio silvestre. La colaboración de la fundación es con el Instituto brasileño Arara Azul que vela por las poblaciones de esta especie de forma incansable.
En declaraciones a COPE CANARIAS, el director científico de Loro Parque Fundación, Rafael Zamora, destacó el tamaño de esta ave considerada el loro de mayor tamaño: “es un animal bellísimo, es un animal espectacular y, sobre todo, impresiona por el tamaño… son muy poderosos, tienen un pico muy fuerte que puede partir un dedo, incluso”. Zamora afirmó que, debido a estas características, “no tienen miedo” al humano, además de tener la capacidad de imitar la voz humana lo que lo hace muy codiciado en el mercado.
La directora del proyecto en Brasil, Neiva Guedes, también quiso participar en la entrevista agradeciendo la colaboración de Loro Parque Fundación ya que, según contó, “en 2020, uno de los mayores refugios se incendió quemando gran parte de la vegetación y especialmente las palmeras que necesitan para alimentarse, anidar o dormir y el apoyo económico de Loro Parque Fundación fue muy importante para minimizar los impactos del incendio en esta especie que tiene un entorno muy selectivo”.
Guedes destacó que “los recursos de emergencia de LPF ayudaron a monitorear la región ya que los loros comenzaron a dispersarse tras los incendios”.
El proyecto en Brasil
El sistema de censos es realizado bajo la metodología y consiste en situar a cuatro observadores en diferentes puntos para poder contar zonas de descanso y dormitorio. También hay monitores que se encargan de contabilizar ejemplares a lo largo de las rutas entre los sitios de observación. Esto permite un mejor registro que capta ejemplares que no duermen con los grupos y permite descubrir nuevos sitios de descanso para la especie.
Los guacamayos jacintos han tenido que adaptarse a los implacables incendios de los últimos años. Gracias a este estudio se ha podido observar que son capaces de localizar nuevos territorios a pesar de llevar décadas establecidos en un mismo lugar.
Las poblaciones silvestres de este guacamayo no cuentan con más de 5000 ejemplares maduros. Y en esta especie es especialmente importante ya que tardan en alcanzar su etapa adulta incluso más de una década.
Su conocimiento de un territorio concreto es importante ya que la experiencia y la estabilidad les permite aumentar sus números.
El proyecto que apoya Loro Parque Fundación se centra en la mayor población observada y conocida en todo el Pantanal que es su principal ecosistema. Un fenómeno que está ligado a la presencia del ganado. Los guacamayos persiguen los frutos digeridos de la Palmera real consumidos por el ganado. Las vacas comen estos frutos y queda el corazón sin pulpa que es como un pequeño coco. Los guacamayos lo recogen del suelo. La constancia de alimento permite prosperar a un ave de gran tamaño que necesita abundante alimento para criar a su descendencia con éxito.
El proyecto también emplea nidos artificiales como herramienta de conservación importante, ya que, debido a la deforestación, estas aves no encuentran oquedades para emplazar su nido de forma segura.
La monitorización en cada expedición permite a los biólogos ver la actividad iniciada en los nidos naturales y se registran otras especies que favorecen la creación de nuevos nidos. Y esta es una parte importante del estudio en el que se conocen todas las especies del bioma y sus interacciones. La presencia de depredadores y otras especies que ocupan los nidos es un fenómeno recurrente, pero a la vez interesante, puesto que forma parte de la ecología de este gigante del mundo de los loros.
Las cámaras trampa ayudan a conocer lo que ocurre en el interior de los nidos y en las zonas de bebederos de agua. Y ahora se puede constatar que son muchos los habitantes de un nido y los que beben en distintos horarios en los mismos puntos que lo hacen los guacamayos protegidos.
Para ayudar a los loros jacintos ante la presencia de depredadores potenciales, se instalan láminas de metal en los troncos de árboles con nidos evitando que trepen hasta ellos y favoreciendo a la especie hasta que consigan su recuperación.
Aunque también se ha detectado el uso de otras especies como halcones y murciélagos que no parecen molestar a estos guacamayos para los que están destinados los nidos artificiales y que pueden usarlo una vez están desocupados, se sabe que la competencia existe y por ello es motivo de estudio. Patos, búhos, guacamayo de alas verdes y dos tipos de abeja son moradores de estos huecos naturales y también de los construidos por el ser humano.
En Loro Parque Fundación se reproduce esta especie con éxito desde hace décadas, contribuyendo a la protección de la especie evitando el mercado ilegal que los pueda extraer del medio natural. De hecho, Rafael Zamora apuntó que “lamentablemente” aún hoy en día se puede comprar este loro por un precio muy bajo por lo que "se recurre a animales salvajes que sufren mucho estrés y terminan muriendo muy pronto". Por otro lado, los valiosos datos sobre parámetros veterinarios y de comportamiento registrados hasta el momento son cruciales para dar soporte técnico al trabajo con la especie en la naturaleza.
* Escucha la entrevista completa a Rafael Zamora pulsando play bajo la foto de portada