SANIDAD
Va a urgencias en plena noche y esta es la insólita situación que vive en la sala de espera: "Guerra"
Los familiares del usuario afectado describen la situación vivida en el centro hospitalario como un “cuartel de guerra”
Tenerife - Publicado el
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“Un hospital de guerra”. Esta ha sido la descripción del último drama del colapso en las urgencias del Hospital Universitario de Canarias. Esta vez, personificado en el padre de Juanjo Ramos, compañero y director de Deportes COPE Tenerife.
Su padre, de 73 años, ha sido operado del corazón por cuarta vez -la última, hace tan solo diez días-, y tras unas complicaciones, volvió a las urgencias del centro hospitalario. Lo que encontró allí, ha contado Juanjo, es impropio de un sistema sanitario de calidad: “Aquello parece un hospital de guerra.
Entras y está todo lleno de camillas con enfermos en ellas, en todos los pasillos y luego una especie de recovecos, una especie de cuartuchos que son muy pequeños, con sillas de hospital pegadas a las paredes. Personas que tiene algún tipo de dolencia, personas enfermas, pegadas unas a otras. Podría haber en cada cuartucho 15 o 20 personas a oscuras. Es una situación de incomodidad absoluta”.
La situación del padre de Juanjo Ramos no es nueva, pero sí particular. Está operado cuatro veces de un aneurisma de aorta, que el cirujano ha ido solucionando por partes. Una de las operaciones, un cateterismo desde la pierna. Por ello, este paciente no puede estar mucho tiempo sentado. Juanjo Ramos ha confirmado que se pasó más de dos días, en esos pasillos oscuros, sin poder levantarse de la silla de ruedas. Además de ello, desde que fue admitido en las urgencias, Juanjo estuvo varias horas sin poder acceder para ver a su padre.
Tras verlo con sus propios ojos, la desesperación de Juanjo, como la de miles de usuarios que, cada día, viven el colapso de las urgencias, es más que notable: “Estamos hablando de 140 pacientes aproximadamente en aquel momento.
Entiendes que la cosa ya está mal ahí. Pero es que cuando entras dentro, lo que ves son enfermeros y médicos de un lado para otro y, sobre todo, enfermos en los pasillos, tirados en camillas, siendo atendidos con el suero colgando, con caras que lo dicen absolutamente todo. Aquello es insoportable e inaguantable”.
EL HOSPITAL RECONOCE EL PROBLEMA
Ante este caso de desesperación y el continuo colapso del servicio de urgencias ha respondido el gerente del Hospital Universitario de Canarias, Adasat Goya.
Ha reconocido un grave problema con las camas y ha anunciado, además de unas obras de reforma, un intento por cambiar el modelo de atención: “Tenemos un grave problema de camas hospitalarias. Nosotros y cualquier hospital del archipiélago. Creemos que podemos aliviarlo en los próximos meses impulsando la hospitalización domiciliaria.
Además, también ayudando a las hospitalizaciones crónicas recurrentes, que son como de una docena de usuarios, que tenemos localizado y que necesita de ingreso, al menos, 10 o 12 veces al año”.
¿SOLUCIONAN LAS OBRAS EL COLAPSO?
Desde Intersindical Canarias opinan que no es suficiente con una obra de ampliación del servicio de urgencias del Hospital Universitario de Canarias, como se anuncia desde el centro. La portavoz sindical, Caty Darias, cree que puede ser un buen primer paso pero que, desde luego, no solucionará un problema, el de la falta de medios, que ya lleva denunciándose más de 20 años: “La solución es habilitar una nuestra instalación, nueva, que se adapte a las necesidades de los miles de usuarios a los que atiende cada día”.