Sucesos

Visto para sentencia el juicio por la brutal agresión de dos okupas en Tenerife: esta es la pena que les podría caer

El abogado de la víctima repasó el trágico suceso de su clienta 

Bryan Estupiñán

Tenerife - Publicado el

5 min lectura

      
      
             
      

El juicio contra dos mujeres acusadas de una violenta agresión ocurrida en el municipio de La Orotava ha concluido, quedando a la espera de sentencia. Este caso, que ha captado la atención mediática por la gravedad de los hechos, gira en torno a la presunta agresión sufrida por una vecina de la localidad, quien resultó gravemente herida, llegando a perder un ojo y temiendo por su vida. El abogado de la acusación particular, Alfonso Delgado, se mostró optimista en que las pruebas presentadas podrían llevar a una condena no solo por lesiones graves, sino también por intento de asesinato.

Detalles del ataque

El incidente tuvo lugar en el domicilio de la víctima, quien relató en el juicio los momentos de terror que vivió durante los dos días consecutivos en que se prolongó la agresión. Según las pruebas periciales, las dos acusadas, conocidas en la comunidad por haber estado involucradas en incidentes previos, golpearon a la víctima con tal violencia que la sangre llegó a proyectarse sobre las paredes. Estas manchas de sangre proyectada, término que utilizó el abogado para indicar la intensidad de los golpes, podría ser clave en el proceso judicial.

Delgado explicó que este tipo de proyección de sangre es típica en agresiones donde se utiliza una fuerza considerable, ya que el impacto provoca que la sangre "salga disparada" de la víctima, manchando las superficies cercanas como paredes. Estas pruebas, corroboradas tanto por los expertos de criminalística de la Guardia Civil como por testigos que llegaron al lugar poco después de los hechos, refuerzan la tesis de la brutalidad del ataque.

Alevosía y falta de defensa

Uno de los puntos clave del juicio ha sido la falta de heridas defensivas en las acusadas. Según la acusación, esto evidencia que la víctima no tuvo la oportunidad de defenderse durante el ataque, lo que añade el agravante de alevosía. En palabras del abogado, "La ausencia de heridas defensivas indica que la víctima fue inmovilizada, lo que permitió a las acusadas asegurarse de que el ataque fuera efectivo sin riesgo de resistencia. Esto, en términos legales, se traduce en alevosía, y podría llevar a una condena por intento de asesinato en lugar de lesiones graves".

      
             
      

También subrayó que este tipo de agravante es fundamental en casos donde se busca una condena por intento de asesinato, ya que demuestra la intención premeditada de causar un daño irreversible a la víctima. Además, señaló que, aunque las acusadas reconocieron los hechos en parte, intentaron justificar su conducta con "argumentos legítimos", pero que no podrían borrar la gravedad de la agresión.

El móvil del ataque

Durante el juicio, también se revelaron los posibles motivos detrás de la brutal agresión. Según la acusación, las mujeres actuaron movidas por la creencia de que la pareja de la víctima les había sustraído una serie de objetos personales, incluyendo ropa y un automóvil. En lugar de presentar una denuncia formal, las acusadas decidieron tomar la justicia por su mano, dirigiéndose a la vivienda de la víctima para recuperar sus pertenencias de manera violenta. Este conflicto, que podría haber sido solucionado legalmente, escaló hasta convertirse en una agresión que ha dejado secuelas irreversibles.

      
             
      

No obstante, la defensa de las acusadas ha intentado desestimar la versión de la acusación, argumentando que los objetos en cuestión eran de su propiedad, aunque no presentaron pruebas contundentes ni realizaron denuncias formales que respaldaran esta versión de los hechos. A lo largo del juicio, este ha sido uno de los puntos más debatidos, pero la acusación considera que, incluso si hubiera habido un conflicto por la propiedad de los objetos, la reacción fue desproporcionada y criminal.

Posibles condenas

De confirmarse la hipótesis de la acusación particular, las dos mujeres podrían enfrentarse a penas de hasta 20 años de prisión, distribuidas entre delitos de lesiones y tentativa de asesinato. Además, se solicitaría una orden de alejamiento de al menos 10 años para proteger a la víctima de futuros contactos con sus agresoras. Delgado destacó que "las pruebas presentadas, junto con la naturaleza del ataque y la falta de defensas por parte de la víctima, nos hacen ser optimistas respecto a la posibilidad de una condena por intento de asesinato."

      

El abogado también reconoció que, si bien las acusadas mostraron arrepentimiento durante el juicio y pidieron disculpas a la víctima y su familia, este gesto no debería influir significativamente en la decisión final del tribunal. "El arrepentimiento es legítimo, pero no exime de las responsabilidades penales. La brutalidad del ataque y sus consecuencias están más que probadas, y esperamos que la justicia actúe en consecuencia", afirmó.

Contexto de las acusadas

Las acusadas no son desconocidas en el municipio. Según la policía local y la Guardia Civil, ambas habían protagonizado incidentes conflictivos en el pasado, relacionados con el movimiento okupa, pero nunca habían estado involucradas en un crimen de esta magnitud. Durante el juicio, las autoridades locales confirmaron que las acusadas ya habían sido detenidas con anterioridad, aunque por delitos menores. Sin embargo, este caso marca un punto de inflexión en su historial, ya que la gravedad de la agresión supera con creces cualquier antecedente anterior.

Espera de la sentencia

Ahora, tras varios días de juicio y con la presentación de todas las pruebas, solo queda esperar la decisión de la Audiencia Provincial. Según Delgado, el plazo habitual para este tipo de sentencias es de aproximadamente un mes y medio, aunque podría variar. "Confiamos en que, en ese tiempo, se emita una sentencia justa que refleje la gravedad de los hechos", concluyó el abogado.