Diócesis

"Si queremos, todos podemos ser partícipes del poder de la Resurrección de Cristo"

El obispo de Tenerife recuerda en la misa de Pascua que "el mal no tiene la última palabra"

Catedral La Laguna Resurreción 1

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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“Que la paz y la alegría de la Pascua desborde sus corazones”, fue el deseo del obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, en la Misa Estacional del día de la Pascua de Resurrección, que presidió en la Catedral de La Laguna con las medidas de aforo y de seguridad sanitarias vigentes. El prelado nivariense exhortó a los fieles a participar de la Pascua del Señor: “Si queremos, todos podemos ser partícipes del poder de la Resurrección de Cristo”.

En un día en el que la luz adquiere un simbolismo vital para los cristianos, la ciudad de La Laguna amaneció con un cielo luminoso y un tiempo primaveral. Media hora antes del comienzo de la Eucaristía, la mirada de los viandantes que paseaban en torno al principal templo de la Diócesis se dirigía hacia la torre de la Catedral. Allí, las campanas repicaban en señal de Resurrección y esperanza.

En la celebración se oró por todos los fallecidos desde la última Semana Santa celebrada en pleno confinamiento. Asimismo, el obispo pidió la solidaridad de los fieles para que en este primer domingo de mes contribuyamos, a través de Cáritas, a aliviar la situación de tantas personas que se están viendo afectadas por esta crisis económica.

“Su Resurrección nos da la certeza de que, a pesar de toda la oscuridad que hay en el mundo, el mal no tiene la última palabra”, expresó el obispo para añadir que también nosotros, como San Pedro, podemos participar del triunfo pascual de Cristo. “Para ello, sin temor alguno, debemos reconocer los pecados que hay en nuestra vida y, arrepentidos, buscar el perdón generoso de Dios que no es otra cosa que dejarnos encontrar por el Buen Pastor que ha venido a buscar la oveja perdida”. En este momento, Álvarez hizo hincapié en la idea que destacó durante la Vigilia Pascual: “Dejarnos agarrar por Él para ser liberados del pecado y de la muerte”.

En otra parte de su mensaje, el prelado nivariense indicó que debemos comprender bien la expresión usada por San Pablo: “Lo de arriba”. En este sentido, recordó que las realidades de “arriba” que debemos buscar son realidades muy concretas: “Buscar realidades de allá arriba significa vivir con generosidad, con espíritu de servicio, poniendo una gran atención a las necesidades del prójimo, vivir de una manera verdaderamente digna de Cristo, que dio la vida por nosotros”.

Al término de la Eucaristía se desarrolló la procesión claustral con el Santísimo Sacramento, que bendijo solemnemente a todos los fieles presentes en el templo.

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