326 desempleados más en Cantabria: Tercera comunidad donde más sube el paro en noviembre

Cantabria fue la comunidad donde más cayó la contratación en términos interanuales, un -13%. Respecto a noviembre de 2022, se han registrado 1.320 parados menos en Cantabria

Alex García

Publicado el - Actualizado

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Las últimas estadísticas del mercado laboral en Cantabria pintan un cuadro mixto, con un aumento persistente del desempleo en noviembre por cuarto mes consecutivo, pero con mejoras notables en la comparación anual. Según los datos proporcionados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, el desempleo en la región experimentó un incremento del 1,03% en noviembre, equivalente a 326 personas más registradas como desempleadas en las oficinas de empleo. Aunque esta cifra sitúa el total de desempleados en 32,028, la más baja para este mes desde 2008, el aumento mensual coloca a Cantabria como la tercera región con el mayor incremento, superada solo por Baleares (4,2%) y Castilla y León (1,6%). A nivel nacional, España registró una disminución del 0,89% en el desempleo durante el mismo período.

Sin embargo, una perspectiva anual muestra una historia más alentadora. Cantabria presenta un descenso del -3,9% en comparación con noviembre de 2022, representando 1,320 parados menos. Aunque este descenso es ligeramente inferior al promedio nacional del -5,09%, subraya una tendencia positiva en el ámbito laboral regional a largo plazo.

El sector de servicios continúa siendo el principal contribuyente al desempleo en Cantabria, con 24,196 personas buscando empleo en esta área. Noviembre registró una disminución casi imperceptible del desempleo en el sector industrial, mientras que los sectores de servicios, construcción y sin empleo anterior experimentaron aumentos en la cifra de desempleados.

El aumento del desempleo afecta tanto a mujeres como a hombres, con un incremento del 0,94% y 1,15%, respectivamente. La situación varía entre los grupos de edad, con un aumento del 2,02% en el desempleo juvenil (menores de 25 años) y una disminución del 0,94% en el grupo de 25 años y más.

Los datos revelan un aumento del 3,9% en el desempleo entre la población extranjera en Cantabria. Este incremento, el tercero más significativo a nivel regional, destaca la necesidad de abordar los desafíos específicos que enfrenta este grupo. La mayoría de los extranjeros en búsqueda de empleo provienen de países extracomunitarios, y el sector servicios se destaca como el más demandado por este colectivo.

Noviembre también presenció una disminución del 14,7% en la contratación en Cantabria, una de las caídas más pronunciadas a nivel nacional. La contratación indefinida disminuyó un 14,48%, mientras que la contratación temporal experimentó una reducción del 14,89%. Estos números subrayan los desafíos en la generación de empleo sostenible en la región.

Perspectivas y Desafíos Futuros

Aunque el aumento mensual en el desempleo presenta desafíos, las señales anuales y otros indicadores sugieren que Cantabria está avanzando hacia una recuperación. La cifra anual de desempleados muestra una disminución significativa, lo que indica que las medidas tomadas a nivel regional pueden estar surtiendo efecto.

Es crucial que las autoridades y los actores económicos en Cantabria se centren en estrategias específicas para impulsar la contratación y apoyar la creación de empleo, especialmente en los sectores más afectados. El sector de servicios, siendo el principal contribuyente al desempleo, podría beneficiarse de iniciativas que fomenten la inversión y el crecimiento empresarial.

Además, abordar las necesidades específicas de la población extranjera en la búsqueda de empleo podría ser clave para promover la diversidad en el mercado laboral y aprovechar el potencial de este grupo.

La contratación temporal sigue siendo dominante, lo que destaca la importancia de promover la estabilidad laboral a través de incentivos para la contratación indefinida y el apoyo a pequeñas y medianas empresas.

Mientras Cantabria enfrenta desafíos temporales en el mercado laboral, las tendencias anuales y la capacidad de adaptación de la región indican que hay espacio para la esperanza. La colaboración entre el sector público y privado, junto con medidas estratégicas, podría allanar el camino hacia una recuperación sostenible y la creación de empleo en el futuro.