La dura vida de una enferma de Lupus: "Tomo 8 pastillas diarias"

Lourdes Álvarez, enferma de lupus, lleva controles rutinarios cada 15 días, pero ha podido hacer una vida normal desde que le diagnosticaron Lupus hace 45 años

Katia Nogueira Pi

Santander - Publicado el - Actualizado

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Lourdes Álvarez Cubillas, lleva 45 años conviviendo con el Lupus. Una enfermedad autoinmune, crónica, no infecciosa que suele afectar más a mujeres que a hombre y aparece en la edad fértil de la mujer.

Una enfermedad compleja y diferente a cada persona, reconoce Lourdes, ya que presenta diferentes síntomas y nadie la vive igual. "Es una enfermedad que tiene muchas ramificaciones, no hay dos Lupus iguales". Es una enfermedad donde a cada persona le puede afectar diferentes órganos. La más grave es la afectación renal, porque no duele, y cuando está afectado el riñón, puede afectar a los dos a la vez.

Los síntomas más comunes del Lupus son la fatiga, febrícula, dolores musculares, pero también síntomas que se confunden con otras enfermedades, de ahí su difícil diagnóstico. "Los síntomas leves es como si tuvieras una continua gripe", asegura Lourdes, "tiene que haber en una persona tres, cuatro, cinco síntomas para que el diagnóstico sea de Lupus".

En el caso de Lourdes comenzó en la piel, "Me aparecieron alas de mariposa, una de las principales características y símbolo del Lupus, lo que me permitió un diagnóstico más rápido, al hacerme pronto una biopsia".

Lourdes toma ocho pastillas diarias y la hacen controles cada cuatro meses para ver si la enfermedad se mantiene a raya. "He tomado mucha medicación y la sigo a rajatabla. He podido hacer una vida normal, pero no es lo mismo mi situación que la de otra persona que igual, necesita un tipo de medicación más fuerte, más tóxica y un control más continuado del tratamiento".

No hay una razón clara por la que algunas personas sufren esta enfermedad y otras, aunque eso sí, hay una constatación de que el Lupus tiene una predisposición genética. "Es muy posible que en una misma familia convivan una persona con Lupus y el resto no. Mi hermano tiene esclerosis múltiple y a mi madre le diagnosticaron una enfermedad reumatoide". Por eso Lourdes deja claro que no se trata de una enfermedad hereditaria. "Hay familias que pueden coincidir que dos primas tengan una enfermedad autoinmune, pero no es hereditaria".

Lourdes ha podido hacer una vida normal durante todos estos años, y por eso ha querido animar a todas las personas a que cuando aparecen síntomas, es importante que la persona que recién le diagnostican esta enfermedad, se acerque a la asociación de Lupus de Cantabria. "Que vean como convivimos con esta enfermedad. Se puede convivir y luchar, no hay que tener desesperación".

En Cantabria hay aproximadamente 700 personas que sufren esta enfermedad.

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