Guardia Civil condenado por ayudar a huir de un accidente a la alcaldesa de Cayón

El sargento alegó en su defensa que "tenía que sacar de ahí a la alcaldesa por tratarse de un cargo público"

Sancionado el guardia civil que ayudó a la alcaldesa de Cayón a huir del lugar de un accidente

Redacción COPE Cantabria

Santander - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Al sargento Juan Antonio F.D le va a salir cara la ayuda que le facilitó a la alcaldesa de Santa María de Cayón el 6 de noviembre de 2021.

El Tribunal Supremo ha confirmado la sanción de seis meses de suspensión de empleo y sueldo al sargento, quien acudió al lugar donde se había producido un accidente de tráfico y facilitó que su causante, la alcaldesa de Cayón, abandonase sin avisar la escena.

Según recoge Defensa en su resolución y el Supremo da por probado, en torno a las 21:30 horas tuvo lugar un accidente de tráfico a la altura del punto kilométrico 2,00 de la carretera CA-142, en el que un Toyota Yaris, conducido por la alcaldesa de Santa María de Cayón, María del Pilar del Río Ruiz de Prada, alcanzó por detrás a un Seat Ibiza, en el que viajaban dos ocupantes.

Unos minutos después, apareció en el lugar del accidente el sargento Juan Antonio F. D. vestido de paisano y en su vehículo particular, que se identificó como "el sargento de Astillero", tomó fotografías de la documentación de uno de los ocupantes del Seat Ibiza y del vehículo y dio su teléfono al afectado para formalizar el parte por el accidente.

Momentos después, llegaron otros dos guardias civiles, que habían sido requeridos por una llamada de los ocupantes del Seat Ibiza al Servicio de Emergencias 1-1-2, y el sargento les dijo que estaba todo arreglado, que se trataba de un pequeño golpe y que habían quedado para arreglar el parte.

En un momento dado, cuando los dos guardias civiles terminaron de hablar con los ocupantes del Seat Ibiza, se dieron cuenta de que tanto el Toyota como su conductora y el sargento habían abandonado, sin avisar, la escena del accidente, por lo que no pudieron identificar a la mujer ni hacerle las habituales pruebas de detección de alcohol y drogas.

Después de no responder a varias llamadas de teléfono, un teniente de la Guardia Civil consiguió localizar al sargento, que reconoció que había estado en el lugar del siniestro y que "se había llevado a la responsable del mismo por tratarse de un cargo público".

Cuando el teniente le afeó este comportamiento por haber "frustrado la práctica de diligencias importantes", el sargento dijo entenderlo, pero insistió en que "tenía que sacar de ahí a la alcaldesa".

Días después, la regidora prestó declaración y explicó que, tras el accidente, se puso "muy nerviosa" y llamó a una amiga suya, que acudió al lugar junto a su marido, el sargento, y les pidió que la llevaran a casa, por lo que el guardia civil cogió su coche y la trasladó a su domicilio, después de avisar a los otros afectados que se iban y que harían el parte amistoso al día siguiente.

Según la sentencia, el sargento no solo hizo un "mal uso" y "abusó" de su puesto, sino que "además, con su comportamiento ocasionó un grave daño al Cuerpo de la Guardia Civil"

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