El impactante testimonio de un enfermo de diabetes: "Fui diagnosticado y me cambió la vida"

Con 54 años le diagnosticaron diabetes y ahora con 81 está como un chaval

Katia Nogueira Pi

Santander - Publicado el - Actualizado

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65,000 personas sufren diabetes en Cantabria, aproximadamente un 14 por ciento de la población. Si miramos España, la cifra aumenta a seis millones de personas.

Se trata de una enfermedad en la que el cuerpo no puede regular la cantidad de azúcar en la sangre y existen principalmente dos tipos. La diabetes tipo 1 que se puede presentar a cualquier edad, aunque se diagnostica con mayor frecuencia en niños y adolescentes. Y el tipo 2 que suele afectar a mayores de 45 años. Los principales síntomas de la diabetes es una sed excesiva, fatiga, orina frecuente, mucha hambre y pérdida de peso.

En los últimos años, se ha producido un aumento de la diabetes tipo 2 en los niños, y es que la vida que llevamos influye mucho a la hora de poder tenerla. "Ahora los niños no hacen ejercicio, están con el móvil, con los ordenadores y con la tablet. No se hace ejercicio y hay muchos niños con sobrepeso", asegura en Cope, el presidente de la Asociación de diabéticos. Para Aureliano Ruiz "cada día somos más en este club, esto es la pandemia del siglo XXI y esto avanza y no a ver quién lo pare. O sale algo que cure la diabetes o no hay quien lo pare"

Cada día comemos peor, más deprisa y nos cuidamos menos. Unos requisitos indispensables a tener en cuenta a la hora de cuidar la diabetes. "Alimentación sana y hacer ejercicio. Estos son los principales factores que hay que regular cuando una persona es diagnosticada con esta enfermedad"

Para Aureliano Ruiz, sería muy necesario tener educadores en diabetes. "Solo el 45 por ciento de las personas alguna vez le han dado educación sobre este tema. Al igual que cuando eres pequeño, un profesor te enseña a sumar, restar o dividir, es necesario dar también unas pautas sobre esta enfermedad"

El presidente de la Asociación, asegura que no hay que tener miedo a la diabetes. Lo único, hacer caso a lo que el profesional sanitario diga y si es necesaria más ayuda para eso están ellos. "Estamos ahí, 24 horas al día por teléfono y abiertos de lunes a jueves de 5 a 8. Lo que tienen que hacer es ponerse, conocer su diabetes, porque la diabetes de una persona no es igual a la de otra y seguir para delante"

ME DIAGNOSTICARON DIABETES CON 54 AÑOS Y MI VIDA CAMBIO

Bernabé González tiene 81 años y hace casi 30 vio como su vida dio un giro radical. "Yo me consideraba una persona sana y tenía hábito de todos los años hacerme una analítica y fue en una de ellas cuando me apareció nivel alto de azúcar, 180".

Al principio se asustó y preocupó e incluso fue a una clínica de Navarra para ver que le decían. Allí le confirmaron el diagnóstico y a partir de ahí comenzó su nueva vida. "Me dijeron que tipo de tratamiento tenía que seguir. Ejercicio, régimen y control de la comida".

Poco a poco se ha ido acostumbrando. "Cuesta sobre todo porque tenía que hacer ejercicio al que no estaba habituado. Más de una hora diaria a un ritmo vital" explica Bernabé, quien además perdió a su padre de la misma enfermedad, quien murió con 53 años. "Saber que mi padre murió de diabetes, era una preocupación. Aunque en aquella época no tenían los mismos medios que tenemos ahora"

Sabe que el azúcar es irreversible y que nunca va a desaparecer la enfermedad. "En mi caso observo que voy a más. Me va aumentando con los años. Ahora insulina, una dosis, otra... Y en este momento que casi llevo 30 años con ella lo voy llevando bien y tengo la diabetes controlada", asegura.

La vida actual de Bernabé es sencilla "Actualmente soy muy activo y hago mucho ejercicio. Controlo mucho más mi comida, que antes no lo hacía", y es que este es el principal consejo que le da a todas aquellas personas que se acaban de enterar de que tienen esta enfermedad, " que no se preocupen que se lo tomen con tranquilidad y que pueden vivir como cualquier otra persona"

Bernabé es optimista e incluso vacila con su endocrina "Le digo que voy a llegar a los 100 años y ella me asegura que sí sonriendo. Llevo muchos años conviviendo con el azúcar y nadie me va a parar"