21 muertos en las carreteras cántabras en 2023, el peor dato de los últimos cuatro años
Un tercio de las víctimas eran motoristas, y la mayoría de las muertes se produjo sin ningún contrario
Santander - Publicado el - Actualizado
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La cifra más alta de siniestralidad vial de los últimos cuatro años. Esta es la situación de Cantabria en cuanto a muertes en las carreteras en 2023. Los accidentes de tráfico se cobraron la vida de 21 personas, 3 más que en 2022, donde más de la mitad de ellas pertenecen al grupo denominado vulnerables, que son los peatones, ciclistas y motoristas.
Un aumento marcado por un repunte en el número total de accidentes, víctimas mortales, heridos hospitalizados y heridos sin hospitalizar. En detalle, se registraron un total de 3.181 accidentes, 21 fallecidos, 125 personas que sufrieron heridas graves y 1.327 resultaron heridas, pero no tuvieron que ser hospitalizadas.
Un balance muy negativo para la Delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, "el balance, desgraciadamente, no puede ser en absoluto positivo. Nunca lo podrá ser mientras haya una sola muerte en las carreteras. Esa es la meta que debemos fijarnos, y lamentablemente hoy estamos más lejos de alcanzarla".
Por su parte, el Jefe Provincial de Tráfico en nuestra región, José Miguel Tolosa, ha indicado que en vías interurbanas, fallecieron 14 personas, 4 de ellas en autovía y las diez restantes en vías convencionales. De ellas, tres viajaban en turismo, dos en camiones, cuatro en motocicleta, dos en bicicleta y tres eran peatones. En cuanto al tipo de accidentes, la mayoría fueron por salidas de vías, seguidas de colisiones y caídas. Respecto al sexto de las víctimas, nueve eran hombres y cinco mujeres, siendo el número de mujeres fallecidas el más alto de la serie histórica.
Por lo que respecta a los accidentes en vías urbanas, fallecieron siete personas, siendo seis de ellas pertenecientes al colectivo de vulnerables. En cambio, no se ha registrado ningún fallecimiento entre usuarios de turismo.
En cuanto a las zonas más conflictivas de accidentes, Tolosa ha reconocido que en estos momentos no hay ningún punto negro de siniestralidad en la región. "Teníamos el punto crítico de Saltacaballos, por tema de trazado y velocidad, pero ahora está controlado. El grueso lo tenemos en vías convencionales, carreteras con tema de motoristas, carreteras secundarias... La verdad no tenemos un punto donde pudiéramos decir, aquí hay más siniestralidad, para actuar en este punto".
Un tercio de los fallecidos son motoristas
15 de las 21 víctimas pertenecen al grupo de las personas denominadas vulnerables (peatones, ciclistas y motoristas), siendo siete de ellas usuarias de motocicletas.
Un fenómeno que va en aumento en Cantabria, al igual que a nivel nacional, por lo que se están preparando medidas para abordar esta situación. Entre ellas, la actualización del contenido de los cursos de recuperación de puntos para incorporar un perfil específicos para los motoristas o el establecimiento de un curso obligatorio para los conductores del permiso B con tres años de antigüedad que quieran conducir motos de hasta 125 centímetros cúbicos. También se quiere suprimir el caso denominado "quita vidas o Calimero", por cascos integrales.
En Cantabria, la Dirección General de Tráfico también está implantando medidas adicionales como la concienciación del colectivo de motoristas a través de participación en concentraciones moteras y la promoción del uso de chalecos airbag, unas iniciativas que se van a continuar potenciando.
Controles de alcoholemia, drogas y velocidad
A lo largo de 2023, se han realizado 144.305 pruebas de alcohol, resultando positivas 2.004, habiendo descendido con respecto al año 2022, donde hubo 2.422. Por el contrario, el número de positivos en droga se ha incrementado, pasando de 446, a 1355, fruto también de un mayor control (se realizaron 2.405 pruebas frente a las 1.013 del año 2022).
Igualmente, en cuanto a la velocidad se ha incrementado el número de vehículos controlados, habiendo sido sancionados 15.076 frente a 13.444, una cifra que no obstante es proporcionalmente inferior a la del 2022.