Cantabria queda libre de la enfermedad hemorrágica epizoótica tras cuatro meses de epidemia
La región se declara también libre de la lengua azul días después de que el Gobierno aprobara un gasto de casi medio millón de euros para vacunas
Santander - Publicado el - Actualizado
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Toda Cantabria es considerada desde este viernes zona libre del mosquito que transmite la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica y la lengua azul, con lo que terminarán las restricciones de movilidad de las reses implantadas para frenar la proliferación de casos.
El 1 de diciembre varias comarcas de Cantabria quedaron ya declaradas como zona libre de vectores que transmiten la enfermedad hemorrágica y la lengua azul.
Fueron Reinosa, Los Corrales de Buelna, Potes, Ramales de la Victoria, San Vicente de Toranzo y Villacarriedo, además de los municipios de Los Tojos, Cabuérniga, Ruente y Mazcuerras en la comarca de Cabezón de la Sal y los de Polaciones, Tudanca, Rionansa y Lamasón en la de San Vicente de la Barquera.
Desde hoy se sumarán a ellas el resto de las comarcas afectadas para que los ganaderos puedan llevar a cabo el movimiento normal de animales.
Desde que a principios de septiembre se declaró oficialmente la existencia de un brote de enfermedad hemorrágica epizoótica, han sido 4 meses muy duros para los ganaderos de la región que han visto enfermar y morir a sus animales. Meses en los que se han suspendido algunas ferias de ganado, sobre todo las celebradas en pequeños municipios.
Suspensiones que generaron mucho malestar entre los regidores de estos pequeños pueblos que perdían ingresos importantes por las cancelaciones.
A lo largo de este tiempo, la enfermedad ha dejado más de 2.500 animales muertos y casi 7.000 enfermos tras ser infectados por la picadura de un mosquito. Cifras que para el consejero de medio rural del Gobierno de Cantabria, Pablo Palencia, no son alarmantes dentro del conjunto de la cabaña ganadera cántabra. “Del censo general de los animales que tenemos en Cantabria, que haya una enfermedad que afecta al 2'75% no son cifras alarmantes”.
De todos estos casos declarados, la consejería ha tramitado ya las reclamaciones de casi 1.500 ganaderos que se podrán acoger a las ayudas aprobadas en su día por el gobierno. Ayudas cuya creación fue en un principio negada desde la consejería, que luego terminó aprobándolas. “Se trata de una ayuda de contingencia para amortiguar un poco el golpe económico que han sufrido los ganaderos”.
Ayudas que en ningún caso suplen lo que supone la pérdida de un animal para cualquier ganadero, reconoce el titular de medio rural, Pablo Palencia.
El final del brote de enfermedad hemorrágica epizoótica coincide también con el final de la declaración de la enfermedad de la lengua azul.
Da la casualidad que el consejo de gobierno celebrado el pasado 13 de diciembre aprobó un gasto de casi medio millón de euros para la compra de vacunas frente a esta enfermedad.