Los nuevos trenes de cercanías se empezarán a fabricar a finales de 2023
En septiembre se presentarán los nuevos modelos según ha anunciado el presidente de Renfe, Raúl Blanco
Santander - Publicado el - Actualizado
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El presidente de Renfe, Raúl Blanco, prevé que los nuevos trenes de cercanías para Cantabria entrarán en fabricación a finales de este año, una vez se presenten los nuevos diseños en el mes de septiembre.
Así, ha explicado que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) publicó en febrero la orden ministerial que "permitía realizar la medición y el diseño de los trenes vía método comparativo y hasta el momento no tenía marco legal en España, pero sí en otros países".
"Ese método comparativo lo que ha permitido es que la empresa adjudicataria, CAF, haga la parametrización de los trenes antiguos", ha asegurado durante su intervención en el IV Simposio del Observatorio de la Movilidad y las Ciudades, organizado por 'El Español'.
La flota cántabra que cubre la red de Cercanías está compuesta hoy en día por 28 trenes en total. De ellos, 19 son unidades eléctricas y otras 9, híbridas. Según el comité de empresa de Renfe, la edad media de la flota se sitúa en torno a los 30 años. Cuando se anunció el pedido a CAF en 2020 se aseguró que la remesa permitiría rebajar esa edad media hasta los 15 años.
En febrero de este año, la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, anunció durante una visita a Asturias que esos trenes encargados a CAF no cabían por los túneles de la red cántabra. Anunció que provocó una gran indignación en la sociedad y fuertes críticas de los partidos políticos hacia el Gobierno de Pedro Sánchez.
Los nuevos trenes de Cercanías para Cantabria y Asturias no circularán hasta al menos 2026, según la previsión del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), cuya última explicación fue que "nunca hubo problemas de trenes grandes" o que no entraran por los túneles sino que lo que hubo fue una "dilación" sobre la "discusión técnica" para evitar que fueran "más pequeños" que los actuales.
Según explicó en su día el secretario general de infraestructuras del Ministerio, lo que ocurrió fue que la discusión técnica sobre la metodología a aplicar para evitar que los trenes fueran más pequeños se dilató más de lo deseado.
De haberse aplicado de forma estricta la normativa de gálibos el resultado hubiera sido construir "trenes más pequeños de los actuales", algo que se quiso evitar por inaceptable, explicó Xavier Flores.
De hecho, ha señalado que una de las decisiones adoptadas es el empleo del denominado "método comparativo" para evitar esa cuestión, que consiste en la utilización de un tren que actualmente circula por las líneas como referencia para los nuevos trenes.
Desde el Ministerio de Transportes también se insistió tras el anuncio del error que no se había "gastado un euro porque todavía no se había construido ningún tren" El secretario general de Infraestructuras sí reconoció que tras la revisión, el coste del contrato, suscrito en diciembre de 2020, iba a suponer un alza en los precios por la subida de las materias primas, "no porque la empresa CAF fuera a cobrar más de lo acordado hace dos años".
Tras el anuncio del retraso en la construcción y entrega de los trenes, que se cobró el puesto de dos funcionarios de grado medio, el Gobierno de Cantabria exigió "compensaciones" para Cantabria pidiendo más unidades que "para completar las necesidades de material rodante" que existen en la región.