"Properate ad veniam offerre" el lema que marcará el ministerio episcopal del Obispo de Santander
Arturo Ros pide paciencia a los fieles y se emociona al recordar a su madre recientemente fallecida
Santander - Publicado el
2 min lectura
Arturo Ros Murgadas, natural de Valencia, es desde este sábado Obispo de la Diócesis de Santander a todos los efectos, tras la misa solemne en la que tomó posesión de su ministerio episcopal.
Lo hizo en una abarrotada catedral de Santander acompañado por el nuncio del Papa en España, por una veintena de obispos y por cientos, miles de fieles que siguieron la ceremonia desde la misma catedral o través de 13 TV.
El nuevo Obispo se ha descubierto como un hombre de convicciones férreas, vehemente en la defensa de estas, se le notó en la gesticulación durante su homilía, pero al mismo tiempo cercano y cariñoso.
Lo demostró también tras la misa en un largo besamanos en el que, además de a las autoridades, quiso saludar a su parroquia.
A la de aquí y a la cantidad de fieles venidos desde Valencia para acompañar a quien ha sido hasta ahora su Obispo Auxiliar.
El lema que en su día eligió para ejercer su ministerio episcopal dice mucho de cómo ha sido y va a seguir siendo su trabajo. “Properate ad veniam offerre” latinajo que invita a darnos prisa en ofrecer perdón. Frase en valenciano que su abuelo mártir dijo a su esposa María y a sus hijos poco antes de morir en agosto de 1936, tras ser sacado de su domicilio en plena noche y a empujones.
Arturo Ros sabe que llega a una diócesis con falta de vocaciones, como le recordó el Obispo saliente Manuel Sánchez Monge, cosa que preocupa al nuevo prelado. Pero si el nuevo Obispo tiene algo claro es que quiere que su Iglesia sea el lugar de la misericordia infinita, donde todo el mundo pueda sentirse acogido.
En su primera entrevista tras tomar posesión de la cátedra santanderina, Arturo Ros se muestra cercano, risueño y comprometido con sus fieles a los que pide un poco de paciencia, “que tengan paciencia porque yo quiero conocerlo todo”.
Arturo Ros empieza su ministerio sin haberse hecho una idea de cómo es la Diócesis. “A veces es mejor llegar, ver, descubrir y con eso caminar. No quiero ni prejuzgar ni juzgar” ha contado a COPE Cantabria.
Al nuevo Obispo de Santander le gustaría que su Diócesis fuera como una familia, la Iglesia es familia y en la familia nos llevamos todos bien, a veces con pequeñas diferencias necesarias, ha asegurado.
Arturo Ros quiere también tiempo para poner rostro a sus fieles. “Quiero ponerles rostro, ojos, sonrisas. Quiero quererlos y ojalá me quieran”