Silió celebra la Vijanera, el primer carnaval del año en Europa, para dar la bienvenida al nuevo año

Declarada fiesta de interés turístico nacional, los protagonistas de la celebración son solo hombres

Santiago Ruiz de Azúa

Santander - Publicado el - Actualizado

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La localidad cántabra de Silió, en el municipio de Molledo, acoge este domingo, 7 de enero, La Vijanera, el primer carnaval del año que se celebra en Europa. Originalmente, la Vijanera se festejaba en los valles de Iguña, Toranzo, Trasmiera, Campoo y Polaciones, pero en la actualidad la única localidad cántabra donde se lleva a cabo es Silió.

La fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional, conmemora la entrada del Año Nuevo al tiempo que despide el Año Viejo, y es una de las más arraigadas en la región. Es un ritual relacionado con la muerte y la vida, en el que participan numerosas máscaras de gran colorido y fuerza estética y cuya tradición se remonta a la época romana.

Los protagonistas de la fiesta son solo hombres

En la colorista mascarada participan alrededor de 60 personajes, todos varones: la madama, el mancebo, los trapajones, el oso y su dueño, el pasiego, el caballero, la Pepa o Pepona, el médico, el domador, el húngaro, el viejo y la Vieja, vestidos de forma vistosa y con función y simbolismo propios.

Pero los verdaderos protagonistas de La Vijanera son los zarramacos debido a la importancia de su papel. Son personas vestidas con pieles de carnero y sombreros picudos que además llevan la cara pintada de negro.

Los zarramacos, personajes principales de la Vijanera

Se encargan de ahuyentar los malos espíritus del año que comienza haciendo sonar los campanos que llevan atados al cuerpo. Su misión es la de expulsar a dichos espíritus del pueblo llegando hasta los límites del mismo.

La segunda parte de la celebración trata de hacer crítica del año que acaba. Los mozos vijaneros se reúnen en la plaza del pueblo y leen unas coplas que, en lenguaje popular y tonos que van desde la jocosidad hasta el ensañamiento, analizan lo sucedido en el pasado año desde nivel local al internacional.

La fiesta termina con dos actos: primero se produce 'la Preñá', es decir el parto o nacimiento del nuevo año. Tras esto, La Vijanera concluye con la muerte del Oso, que simboliza la victoria del bien sobre el mal y el deseo de buenos propósitos para el nuevo año.

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