¿Ven los ganaderos la luz al final del túnel?
El precio al que venden la leche empieza a subir y esto les hace ser optimistas
Santander - Publicado el - Actualizado
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Los ganaderos de Cantabria empiezan a ver la luz después de un largo túnel que ha puesto contra las cuerdas a más de una explotación y ha obligado a cerrar otras.
Al bajo precio al que la industria les pagaba “el oro blanco” hubo que sumar el alza de las materias primas y la energía como consecuencia de la invasión de Ucrania. Pero por si esto fuera poco, las grandes cadenas de distribución utilizaban la leche como producto reclamo de cara a los consumidores. Una tormenta perfecta que parece llega a su fin.
En estas últimas semanas, el litro de leche se está pagando por la industria a, entre 55 y 60 céntimos por litro. “Son precios que no veíamos hace muchísimo tiempo” reconoce a COPE un ganadero de Somo.
Las explotaciones empiezan a coger oxígeno tras varios meses en los que las pérdidas se han ido acumulando. “En este momento se puede vivir de las vacas de leche” reconoce otro ganadero de Nestares que afirma ver el futuro con esperanza si la situación no cambia demasiado.
Los ganaderos sí lamentan que sus movilizaciones, 13 manifestaciones a lo largo del último año, no hayan servido para nada. Todos reconocen que ha sido el propio mercado el que ha regulado los precios de compra y venta de un producto que se ha visto beneficiado por la rebaja del IVA acordada por el Gobierno de España. De estar gravada al 4% ha pasado a estar exenta del impuesto.
“Las movilizaciones no sirvieron para mucho. La situación agónica que llevo a muchos ganaderos a cerrar sus explotaciones y a otros muchos a terminar sacrificando sus animales, es la que ha regulado el mercado” Al final se ha cumplido la máxima que regula cualquier mercado: a menos cantidad, mayor precio.
Los ganaderos ven también con satisfacción como los precios de la leche en los lineales de los supermercados han ido subiendo. “Ahora es fácil verla cerca de los 90 céntimos la leche entera y claro el consumidor se queja” aseguran “el problema es que les hemos acostumbrado a tenerla casi regalada”.
Atraviesan un momento dulce, dentro de lo duro y complicado que sigue siendo el trabajo en el sector. Una dureza que a algunos les hace ser poco optimistas de cara a un futuro a largo plazo. “Dentro de 15 años no va a haber relevo generacional. La mayoría de los ganaderos en Cantabria rondamos los 55 años y muchos no hemos disfrutado de vacaciones o fines de semana libres en mucho tiempo” dice con resignación otro ganadero que se pregunta “¿Quién quiere un futuro laboral así?.