Athenea del Castillo asciende al olimpo del fútbol español levantando la Copa del Mundo en Australia

Hasta hace 24 horas, en el olimpo de los dioses de la mitología griega, solo había lugar para una Atenea (la diosa de la guerra). Pues bien, el 20 de agosto de 2023 pasará a la historia del deporte en nuestro país porque otra Athenea, en este caso "del Castillo", asciende al olimpo del fútbol y se convierte en la 'diosa' del balompié cántabro al proclamarse en Australia campeona del mundo con la Selección Española.

Con solo 22 años, Athenea ha formado parte del selecto grupo que ha derribado todas las barreras y predicciones posibles para superar a Inglaterra en Sídney (1-0, gol de Olga Carmona) y levantar al cielo el trofeo más importante del fútbol.

Es cierto que la participación de la actual jugadora del Real Madrid fue de más a menos. Arrancó la cita mundialista siendo titular en el once de Jorge Vilda ante Costa Rica, con claro triunfo de las españolas por 3-0 en el Sky Stadium de Nueva Zelanda; en el minuto 83 Athenea fue sustituida por Mariona Caldentey.

En el segundo partido contra Zambia, sucedió todo lo contrario: Mariona fue titular y la cántabra entró al campo por ella en el mismo minuto que ante las centroamericanas, el 83. Lo malo fue que en ese escaso margen de tiempo Athenea sufrió una leve lesión en el tobillo que no empañó la goleada de las españolas por 5-0, que daba ya el pase seguro a los octavos de final.

Faltaba dilucidar si España pasaría a esa ronda como primera o segunda de grupo. Japón bajó de las nubes a la Selección, aprovechó los fallos en defensa de las de Vilda, y nos golearon 4-0. Athenea, quizá por precaución por las molestias en el tobillo, no disputó ningún minuto.

RONDAS ELIMINATORIAS

España, en su tercera participación mundialista, no había superado nunca los octavos de final. Suiza era el rival en esa ronda; y las cosas fueron rodadas con el 5-1 a favor del combinado nacional. Athenea fue suplente y jugó los que serían sus últimos minutos en el Mundial; saltó al campo en el minuto 83 en lugar de unas sensaciones del campeonato, Salma Paralluelo (considerada Mejor Joven Futbolista del Mundial) y contribuyó al que era en ese momento el mayor hito de España.

A pesar de que a partir de ahí Athenea no contó en los planes de Jorge Vilda, a la veloz extremo del Real Madrid siempre se la vio partícipe desde el banquillo animando a sus compañeras, al igual que exultante de alegría cada vez que concluía un partido con victoria final (ante Países Bajos en cuartos de final, Suecia en semifinales, y por supuesto frente a Inglaterra en la final) yendo a abrazar a las jugadoras que, junto a ella, han escrito la página más brillante del fútbol femenino español en su historia.