Resumen en vídeo: Un Racing conmovedor doblega al Eibar y logra la permanencia matemática en LaLiga Smartbank

El tanto de Íñigo Vicente desata el éxtasis verdiblanco, que hacía 12 años no asentaba un ascenso a Segunda. José Alberto seguirá en el banquillo del Racing la temporada que viene

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Racing seguirá un año más en Segunda. Lo certificó matemáticamente este domingo 14 de mayo tras vencer al Eibar 1-0 en El Sardinero. No fue un buen partido de los verdiblancos, sobre todo en ataque, pero atrás la concentración y contundencia de la zaga fue impresionante. No dejaron ni una grieta por la que los armeros pudieran hacer daño a Ezquieta, que se mostró muy sobrio en todas sus intervenciones. Quizá fue el encuentro en el que menos veces el Racing visitó el área contraria, pero es que desde el minuto 43 con el gol de Íñigo Vicente el botín estaba cada vez más cerca y tocaba ponerse el mono de trabajo.

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El Eibar salió mejor que el Racing. Necesitaba ganar para depender de sí mismo en la pelea por el ascenso directo; además, ansiaba romper la racha de 7 partidos sin ganar. Los de Garitano lo intentaron sobre todo abriendo a banda y colgando balones a sus delanteros, negados ante el poderío de Pol Moreno, Mantilla (los mejores del Racing) y Ezquieta.

Por su parte, el Racing se mostraba impreciso con el balón en los pies. No estaba cómodo en salida de balón y Juergen solo no podía encargarse de dar lustre a la maquinaria verdiblanca en el centro del campo. Mboulá desde la lesión es menos Mboulá, y arriba Matheus hace lo que puede, por ser generosos con él... Así, había que sufrir atrás las acometidas armeras, y esperar una oportunidad, que llegó en el minuto 43.

El único córner que sacó el Racing tuvo premio: balón en corto a Saúl, que envió un balón tenso y fuerte al segundo palo donde, libre de marca, Íñigo Vicente conectó con la pelota para chutar raso y por debajo de las piernas a Luca Zidane (que en su regreso a Santander recibió silbidos cada vez que tocaba el balón con los pies).

MISMO GUION EN LA SEGUNDA PARTE:

Solo quedaban 45 minutos de resistencia. Porque el Eibar iba a seguir percutiendo por bandas para tratar de nivelar la contienda; el ascenso directo se le escapaba y Gaizka Garitano debía quemar las naves. A cada cambio ofensivo que salía al campo desde el banquillo guipuzcoano, José Alberto respondía con otros más conservadores. De hecho, quitó a Matheus para situar a Pombo de falso '9', y salió a las mil maravillas. Todo lo hizo bien: control de balón, cuerpeo, oxigenar buscando al mejor compañero situado... Incluso gozó de la única ocasión reseñable verdiblanca en la segunda mitad, cabeceando a contrapié de Luca un centro por la izquierda de Íñigo Vicente.

Es cierto que todos los racinguistas tuvieron el corazón en un puño con el gol anulado al Eibar. Falta lateral muy peligrosa que despeja con dificultad Ezquieta; Berrocal recoge el rechace para remachar a la red, pero el árbitro Dámaso Arcediano Monescillo vio una clara falta previa sobre Pol Moreno y no dudó en anular la jugada. Ni siquiera dio pie al VAR para que le aconsejara desde el despacho en Madrid; se mostró firme ante las protestas del Eibar y a otra cosa...

PALO, FINAL Y FIESTA TREMENDA EN EL SARDINERO:

De ahí al final, a seguir con el plan. José Alberto metió en el campo a otro central, Eneko, para acabar jugando con defensa de 5. Todo iba según lo previsto, pero hasta la suerte hizo un guiño al Racing. En el último balón colgado desde banda izquierda, Stoichkov cabeceó al palo izquierdo de Ezquieta. No se podía deslucir la celebración final que todos tocaban con la yema de los dedos.

Y ese estallido de alegría llegó en el '94. Todo el banquillo corrió al campo a abrazarse con sus compañeros. Saltos, cánticos, felicidad desbordada... y José Alberto que dejó que el grupo celebrase encaminando sus pasos hacia el vestuario; visiblemente emocionado, se secó las lágrimas tras liberar la tensión y se refugió en las entrañas de El Sardinero, mientras La Gradona (que fue todo el estadio) gritaba el maravilloso "VAMOS DALE RACING, VAMOS CAMPEÓN" que puso la piel de gallina a todo el racinguismo. Luego, más calmado, el técnico asturiano agradeció en solitario a La Gradona y al resto del graderío el apoyo recibido.

Toca celebrar, disfrutar de las últimas dos jornadas ante Oviedo y Cartagena, y planificar una ilusionante nueva campaña en Segunda. Enhorabuena, Racing, os lo habéis merecido. Gracias por esta tremenda alegría, que llega 12 años después de la última vez que el Racing subió y logró permanecer en la categoría de plata del fútbol español.