Gol a la pandemia en el deporte base: los árbitros del balonmano cántabro pitarán sin quitarse la mascarilla

La Federación Cántabra de Balonmano en colaboración con el Comité Técnico de Árbitros de Cantabria han lanzado una nueva tecnología de vanguardia aplicada al deporte: un silbato electrónico con el que los colegiados cántabros pitarán en los partidos de las competiciones territoriales y escolares.

Por primera vez en el deporte de Cantabria se ha aplicado este nuevo método de arbitraje, que deja buenas sensaciones tras un primer fin de semana en el que todos los colegiados del CTA de Cantabria han podido estrenar la nueva tecnología. A partir de esta jornada inaugural, todos los partidos de categorías escolares y territoriales contarán con estos dispositivos electrónicos que se ajustan al nuevo escenario de competición marcado por la pandemia COVID-19. Eso sí, las nuevas restricciones marcadas por el Gobierno de Cantabria de inmediato cumplimiento a partir del miércoles 15 de abril, paralizan que este sistema continúe llevándose a cabo, a no ser que desde la Consejería de Sanidad se tengan en cuenta las peticiones de varias federaciones implorando que se dé marcha atrás y se permita la práctica deportiva con unas reglas coherentes para evitar riesgo de contagio.

La Federación Cántabra de Balonmano ha publicado estos vídeos demostrativos del funcionamiento del silbato:

VENTAJAS E INCONVENIENTES:

El nuevo silbato electrónico permite arbitrar sin necesidad de desprenderse de la mascarilla durante los encuentros, de manera que tanto jugadores como árbitros permanezcan sobre el 40×20 con el cubrebocas colocado en todo momento. El objetivo no es otro que aumentar y preservar las garantías de seguridad e higiene para todos los deportistas.

De esta manera, tanto la Federación Cántabra de Balonmano y como el CTA de Cantabria se suman a la práctica deportiva segura y continúan impulsando el progreso y la correcta actuación en todos los ámbitos del balonmano. Pablo Ruiz, presidente del CTA de Cantabria, ha querido destacar "la rápida adaptación" de los suyos al nuevo dispositivo. "Ha supuesto un esfuerzo para amoldarse al cambio de manera fugaz y en apenas unas horas" y la respuesta ha sido óptima.

Estos tests iniciales dejan un fin de semana sin mayores incidencias: "El silbato electrónico tiene algunas limitaciones en cuanto a modulación y amplitud de sonido, pero en las primeras pruebas el resultado ha sido positivo. Incluso, se ha utilizado con público en los pabellones y no se han reportado problemas al respecto", reconoce Ruiz.