Liberbank Cantabria Sinfín empató a 32 ante Benidorm en La Albericia, pero el sabor es muy agridulce...
Los de Montesinos dominaron de principio a fin, y a pesar de los arreones de los alicantinos en la segunda parte, Sinfín dejó escapar una renta de 5 tantos a falta de 10 minutos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Seguro que antes de iniciar el partido, muchos aficionados y componentes del Liberbank Cantabria Sinfín hubieran firmado el sumar un punto en La Albericia frente al C.B. Benidorm, conjunto que en esta segunda vuelta de la Asobal había sumado 4 puntos tras ganar a equipos tan poderosos como Ademar León y Granollers. Por eso, y porque en la tabla los alicantinos ocupan una cómoda zona, mirando más hacia los puestos nobles que dan derecho a participar en Europa, que por el retrovisor a la zona 'caliente' por evitar el descenso.
INICIO ARROLLADOR
Pero, a buen seguro, ese lógico respeto y contención a la hora de ambicionar conseguir todo el botín que se ponía en juego en el partido aplazado de la primera vuelta saltaba por los aires a los 3 minutos cuando los de Víctor Montesinos superaban a un dormido Benidorm por 3-0. Esa ventaja se iba manteniendo o ampliando a 4 goles a lo largo de los primeros 20 minutos (soberbio Nico Zungri), hasta que los de Fernando Latorre subieron el ritmo de juego y de defensa hasta acortar la ventaja a un gol (17-16 casi al descanso). Con el 18-16 al finalizar el primer tiempo las espadas estaban en todo lo alto.
IGUALDAD Y MINUTO LOCO
La segunda parte fue otra película. Benidorm salió más concentrado e intenso, y el intercambio de goles fue continuo durante el primer cuarto de hora, acortando distancias continuamente hasta el empate a 24 a los 17 minutos. Pero en ese momento, los aciertos de Sinfín de cara a portería rival y varios robos de balón (Berto Pla y Zungri protagonistas) al ataque alicantino propiciaron que en solo 2 minutos, entre el 17 y el 19, la ventaja volviera a ser de 4 goles (28-24). Un tanto más de los cántabros a falta de 10 minutos provocó la máxima renta del partido para Sinfín (29-24), el tiempo muerto del club visitante, y que los cántabros empezaran a relamerse y, quizá, confiarse en que los dos puntos estaban en el zurrón.
BLOQUEO EN ATAQUE Y EMPATE CON EL TIEMPO CUMPLIDO
Pero a partir de ahí, no es que Sinfín se echara a dormir, pero comenzó una fase del juego donde no hubo ideas claras en ataque. Pases y más pases horizontales sin profundidad para finalizar con un envío erróneo o un lanzamiento forzado que daba la opción a Benidorm de creer en la remontada. No fallaron y goteo a goteo, gol a gol, de repente a falta de 7 minutos ya estaban llamando a la puerta santanderina (29-27). Tiempo muerto de Montesinos para tratar de frenar la sangría. Por fin, a falta de 5 minutos llegó el gol que desbloqueaba el casillero local (30-28) pero los nervios (y algunas decisiones arbitrales) seguían atenazando al Sinfín.
Con 32-31 y Benidorm con un jugador menos a falta de 1 minuto, una dudosa exclusión por parte local con la amenaza de pasivo para Benidorm igualaron las fuerzas. Tiempo Muerto de Latorre para preparar una última jugada, que acabó con un penalti a falta de 7 segundos. Los árbitros no pararon el tiempo y el reloj se fue a los 30:00 minutos, sin opción de estudiar una jugada final para los de Montesinos (que disponía de otro tiempo muerto). Gol de Nikcevic ante Elcio, celebración alicantina, decepción local, y un punto que voló del pabellón externo de La Albericia. Esperemos que no haya que echarlo de menos al final de la temporada...