Aparece una enorme mancha marrón en la bahía de Santander: "Ya ha llegado"
Uno de los mayores tesoros naturales de la capital de Cantabria regala un rostro completamente nuevo que impacta a los vecinos y visitantes de la ciudad

La imagen de la Bahía de Santander este martes
Santander - Publicado el - Actualizado
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Si has pasado en las últimas horas por el Paseo Marítimo de Santander o te has asomado al Muelle de Calderón, seguro que lo has visto. Una enorme mancha marrón ha aparecido en pleno corazón de la bahía. Un fenómeno tan impactante como desconcertante, que ha teñido de un tono terroso una de las aguas más icónicas del norte de España y que ha disparado la curiosidad (y las alarmas) entre vecinos y turistas.
Las imágenes hablan por sí solas. Desde Puerto Chico hasta la Duna de Zaera, pasando por el Palacete del Embarcadero, la panorámica ha cambiado por completo. Donde antes se veía el azul verdoso que caracteriza a esta bahía —considerada una de las más bellas del mundo—, ahora hay una mancha turbia, densa, que rompe el paisaje habitual. La línea que separa ambas aguas es tan nítida que parece trazada con una regla.

Línea de "dos aguas" en la bahía
Las redes sociales no han tardado en reaccionar. Las fotos se han viralizado, los vídeos acumulan reproducciones y las preguntas se multiplican. ¿Se trata de un vertido? ¿Es contaminación? ¿Ha pasado algo grave? Incluso hay quien ha comparado la imagen con una escena de una película de catástrofes naturales.
Para entender lo que está ocurriendo, hay que mirar al cielo. Porque lo que ha pasado estos días en Cantabria tiene mucho que ver con esta imagen. Desde el pasado fin de semana, la región ha estado azotada por lluvias intensas, constantes, que han convertido calles en ríos y han dejado paisajes completamente anegados. En algunas zonas del litoral se han registrado acumulaciones de agua que duplican los valores normales para esta época del año.

La bahía con el Centro Botín al fondo
Esas lluvias no solo han sido noticia por los paraguas abiertos y las botas de agua. También han tenido un impacto directo en nuestros ríos, que han bajado con fuerza y arrastrando consigo tierra, barro, sedimentos y restos orgánicos. Todo ese material, al llegar a la desembocadura, se ha mezclado con el agua del mar y ha creado esta especie de lengua marrón que hoy protagoniza las conversaciones en Santander.
Es un contraste que llama la atención. Porque si algo caracteriza a la bahía de Santander es su armonía visual: el verde de los montes, el azul del mar, el blanco de los barcos... Una postal que muchos consideran insuperable. Y quizás por eso esta imagen resulta tan chocante. Porque rompe ese equilibrio y nos recuerda que la naturaleza, cuando quiere, cambia el guion en un segundo.
Entonces, ¿qué ha pasado exactamente?
La respuesta es más sencilla de lo que parece. No ha habido un vertido. No es contaminación. Lo que estás viendo es el resultado directo de la fuerza de la lluvia. El agua dulce arrastrada por los ríos y escorrentías ha teñido de marrón la bahía, cargada de tierra y materiales en suspensión. Es un fenómeno natural que ha llegado a la capital, pero que es pasajero, aunque de igual manera resulta tremendamente visual.

Palacete del Embarcadero de Santander
Y sí, en unos días, con la ayuda del mar y las mareas, esa mancha desaparecerá. Pero mientras tanto, la bahía de Santander nos regala un nuevo rostro. Uno inesperado, casi salvaje. Uno que nos recuerda que, por mucho que creamos conocerla, la naturaleza siempre puede sorprendernos.