Yllana, la primera santanderina cuyo rostro se conoce
El perfecto estado de su cráneo, datado en el siglo XII, ha permitido su reconstrucción facial
Santander - Publicado el - Actualizado
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El rostro de una mujer santanderina del siglo XII ha sido reconstruido de forma digital a partir de un cráneo hallado en el yacimiento arqueológico de la calle de Los Azogues de Santander. Según los especialistas se trata de una joven de entre 20 y 30 años perteneciente a la clase alta de la época.
La excavación y el descubrimiento del cuerpo y el cráneo de 'Yllana', nombre que se le ha puesto al previamente conocido como 'Individuo 52' en referencia a una mujer del siglo XIV que según un documento del Archivo Catedralicio de Santander conoció la necrópolis, ha corrido a cargo de los arqueólogos Lino Mantecón y Javier Marcos Martínez, quienes han explicado que la mujer se encontraba en una tumba enterrada en las fases más profundas del lugar, siendo una de las mejor conservadas.
El estado de conservación del cráneo de 'Yllana' es "muy bueno" y conserva toda su dentadura completa, algo que es "bastante curioso" para la época en la que falleció, y que junto a la ubicación en la que se encontraba enterrada, en un cementerio creado junto a la cabecera de la antigua Iglesia de los Cuerpos Santos de Santander, da a entender que se trataba de una persona "de clase alta de la sociedad santanderina de finales del siglo XII".
Así lo han asegurado los arqueólogos, quienes han detallado que la datación del enterramiento se conoce de forma concreta gracias a un estudio llevado a cabo por un laboratorio americano. Además, con un estudio antropológico llevado a cabo por la médico forense Silvia Carnicero, se ha podido saber si el individuo había tenido alguna enfermedad, su sexo o la edad.
Tras conocerse toda esa información, se individualizó el cráneo y se realizó un escaneado láser de última generación para digitalizarlo y utilizar su diseño 3D para posteriormente reconstruir la cara digitalmente, labor que ha desarrollado uno de los mejores especialistas a nivel internacional en reconstrucción facial forense, el brasileño Cícero Moraes.
Después de todo este proceso, se ha conseguido una recreación "muy fidedigna" de cómo podría ser la cara de esta mujer, a la que también se ha dotado de vestimenta basada en el contexto histórico aportado por los datos del yacimiento. De esta manera, se ha recurrido a la inspiración del arte románico y a la bibliografía especializada en vestimenta del siglo XII, y se le ha vestido virtualmente con un traje con tocado y una túnica talar.