DÍA MUNDIAL PREVENCIÓN DEL SUICIDIO

Cantabria, entre las provincias españolas que sobrepasan la media de mortalidad por suicidio a nivel mundial

En 2023 se quitaron la vida en la región 51 personas

Santiago Ruiz de Azúa

Santander - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

      
      
             
      

En lo que va de año, el teléfono de la esperanza en Cantabria ha recibido más de 1.600 peticiones de ayuda, en una treintena de ellas existía, según los profesionales que las atienden, un riesgo claro de conducta suicida.

En 2023, último año del que se disponen de datos, el número de suicidios descendió en España por primera vez desde 2018, situándose en 3.952, una media de 11 personas al día. Cantabria es una de las 27 provincias españolas en las que se sobrepasa la media de mortalidad por suicidio a nivel mundial. En 2023 se quitaron la vida en la región, según datos oficiales, 51 personas.

“El suicidio es la consciencia de una serie de problemas que llevan a una persona a un callejón sin salida”, asegura Nuria Terán, superviviente, fundadora de la Asociación Paisaje. Su marido, Juan, se quitó la vida en 2021. Lo que llevó a Juan a suicidarse fue una persecución laboral, con una acusación falsa de acoso de por medio, ante la cual no encontró otra solución.

Según algunos estudios, el 10% de los cuatro mil suicidios registrados, por ejemplo, en 2021, podrían haberse debido a causas laborales.

Nuria no bajó los brazos y decidió buscar cuál pudo ser la causa detrás del suicidio de su marido. Decidió realizarle una  autopsia psicológica para llegar a los motivos. Juan estaba muerto y había que entrar en su mente a través de su actividad en internet, en WhatsApp, en redes sociales..

Fue una investigación larga y dura que en el caso de Nuria le llevó hasta dos años antes del suicidio. Y no encontró nada salvo esa persecución y acoso laboral que ha hecho que el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria haya reconocido el suicidio de Juan como accidente de trabajo, uno de los 15 casos reconocidos desde 1970 en España.

      
             
      

jóvenes y adolescentes

Pueden ser muchos los detonantes que llevan a una persona a quitarse la vida. En el caso de los jóvenes, lo que más ven los profesionales, son casos de acoso escolar, según Inmaculada Aragón, especialista en psicología de emergencia y miembro de la Asociación Papageno.

No es el único motivo que lleva a los jóvenes a quitarse la vida. Entre los 15 y los 29 años el suicidio es la principal causa absoluta de muerte. Provoca 316 defunciones al año, frente a las 299 de los accidentes de tráfico o las 295 de tumores.

Los últimos datos publicados por la Fundación ANAR dicen que la conducta suicida en niños y adolescentes ha aumentado más de un 3.000% en la última década en España, en Cantabria fueron más de 8.000 los niños y adolescentes los que llamaron a la Fundación pidiendo ayuda.

      
             
      

la culpa

La culpabilidad por no haberse dado cuneta de la situación, por no haber visto las señales es un sentimiento que comparten todos los supervivientes, es igual que el suicida sea un menor o un adulto. Por eso hay que tener mucho tacto cuando los profesionales, como recuerda la psicóloga Inmaculada Aragón, hablan de esto con los supervivientes.

Supervivientes y profesionales piden que se hable más del suicidio. Que se destierre esa teoría del efecto contagio que durante años ha imperado en la sociedad. Que no se haga más culpables a los supervivientes intentando tapar una realidad que cada año destroza miles de familias.

la iglesia

La Iglesia entiende el suicidio como un incumplimiento del 5º mandamiento y, por lo tanto, se trata de un pecado mortal. Tanto es así que hasta hace no mucho tiempo, en 1983, el Papa Juan Pablo II promulga un nuevo Código de derecho canónico que no lo prohíbe expresamente, los suicidas no podían ser enterrados en campo santo, con el sufrimiento añadido que eso suponía para muchas familias.

      

La iglesia entiende la responsabilidad personal del suicida como última salida ante un problema personal y lo ve más como un fracaso de la sociedad. En lo que piensa un suicida, dice Antonio Arribas, delegado de medios de la Diócesis de Santander, es como quitarse una preocupación que en el momento es un problema para él y no puede solucionar. Con cada suicidio, lo que hay, también, es un fracaso de la sociedad. Al final no se están poniendo los medios para que estas personas, que en ocasiones intentan quitarse las vidas en varias ocasiones, no lo hagan.

¿Qué estamos haciendo como sociedad para que estas personas vean en el suicidio su única salida?