Comienza la demolición de cinco viviendas afectadas por sentencias de derribo en Liencres

Durante la mañana de este martes, las máquinas han comenzado a demoler cinco de las siete viviendas afectadas por sentencias de derribo en la urbanización Calas del Norte de Cerrias, en Liencres (Piélagos). Esta acción marca el inicio de una serie de demoliciones que se extenderán a otras áreas residenciales, conforme a las decisiones judiciales, en una lucha por encontrar una solución definitiva para los propietarios afectados.

Tras llegar a un acuerdo con el Gobierno de Cantabria, a través de Gesvican, los propietarios han sido indemnizados, aunque esto no disminuye el dolor y la tristeza que se respira en la comunidad. El consejero de Fomento, Ordenación del Territorio y Urbanismo, Roberto Media, y el alcalde, Carlos Caramés, estuvieron presentes en Cerrias esta mañana, mostrando su solidaridad con los residentes afectados.

"Hace mucho tiempo que se debiera haber llegado a una solución que permitiera salvar las viviendas de vecinos que no tuvieron ninguna culpa", expresó el consejero Media, subrayando la urgencia de encontrar una resolución para esta situación. Se han destacado los esfuerzos continuos por parte del Gobierno regional y el Ayuntamiento de Piélagos para compensar económicamente a los afectados y alcanzar una solución definitiva a lo largo de la legislatura.

"No se puede eternizar el dolor y los perjuicios a los vecinos", reiteró Media, enfatizando la necesidad de poner fin a esta situación. Aunque se acatan las decisiones judiciales, tanto el consejero como el alcalde lamentaron el hecho de que algunas viviendas más cercanas a la costa no se vean afectadas por problemas legales similares.

El alcalde Caramés compartió su sensibilidad hacia las familias del municipio que llevan décadas viviendo bajo la amenaza de derribos. Destacó los esfuerzos del Ayuntamiento para encontrar soluciones a través del Plan General de Ordenación Urbana y otras herramientas legales, mientras que reivindicaba la necesidad de evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.

En definitiva, este día marca un capítulo triste en la historia de Cerrias y de Cantabria en su conjunto. Mientras las máquinas continúan su labor de demolición, la comunidad espera ansiosamente que se encuentre una solución que alivie el sufrimiento de aquellos que han visto sus hogares convertidos en escombros.