AVISPA ASIÁTICA
¡Cuidado! La avispa asiática aumenta sus picaduras: ¿Estamos en riesgo de algo grave?
¿Qué problemas conlleva realmente? Conoce cómo afecta a las personas y qué hacer en caso de ser picado.
Santander - Publicado el
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La avispa asiática (Vespa velutina) genera mucha inquietud, pero ¿qué tan peligroso es realmente su veneno? Esta especie invasora se ha establecido firmemente en diversas zonas, una de ellas Potes y su presencia es más notable en los meses de septiembre, octubre, febrero y abril. En este tiempo, el centro de salud del municipio atiende hasta tres casos de picaduras por semana. La pregunta ahora es: ¿debemos estar preocupados?
Lo cierto es que no todas las personas reaccionan igual ante una picadura de avispa asiática, asegura el doctor Baltasar González. "Para muchos, el efecto se limita a una reacción local dolorosa, similar a la de otras avispas. Sin embargo, aquellos que son alérgicos al veneno pueden enfrentarse a complicaciones graves, como una reacción anafiláctica que puede requerir hospitalización". Esto, aunque no es lo común, eleva la alarma entre la población.
Dolor Intenso, pero Normalmente Sin Consecuencias Graves
"Para la mayoría de las personas, una picadura de avispa asiática produce un dolor intenso, comparable a una descarga eléctrica, que puede empeorar con el tiempo si no se trata con antiinflamatorios y antihistamínicos", asegura Baltasar González. Aunque el veneno es más potente debido al mayor tamaño de esta especie, las reacciones suelen ser locales y pasajeras.
Sin embargo, hay situaciones que requieren especial atención. "Si la picadura ocurre en zonas sensibles, como los labios o el interior de la boca, puede inflamar las vías respiratorias y provocar una emergencia médica. En estos casos, acudir a un centro de salud es crucial".
Recomendaciones Clave
Si te ha picado, aplica frío en la zona afectada y, si tienes dudas o eres alérgico, busca atención médica de inmediato. Para la mayoría, no es una cuestión de gravedad, sino de incomodidad. El dolor es real, pero generalmente no implica riesgos mayores. Hay que evitar acercarse a los nidos y actuar con cautela durante los meses de mayor actividad de esta especie, que como decimos suele ser en febrero, abril, septiembre y octubre. Aun así, según Baltasar Gónzalez, "la prevención es la mejor medicina",