Detenido el hombre que llevaba desde el lunes amenazando con tirarse por la ventana de su domicilio en Castro Urdiales

La Guardia Civil ha detenido a las 04:30 de esta madrugada al vecino de Castro Urdiales, que llevaba desde el pasado lunes encaramado a una de las ventanas de su vivienda, amenazando con lanzarse al vacío para evitar ser detenido tras agredir a su madre.

Los hechos comenzaron el pasado fin de semana cuando la madre acudió a las urgencias del hospital de Castro para ser atendida de las lesiones y después a la Guardia Civil para denunciar los hechos. Cuando la benemérita llegó al domicilio para detener al agresor, la puerta del domicilio se encontraba cerrada y el hijo no atendía a las peticiones de los agentes para abrirla. Se decidió entonces avisar a un cerrajero.

Al entrar al domicilio, los agentes se encontraron al hombre armado con un cuchillo y encaramado a la ventana para evitar ser detenido. Desde entonces, un negociador de este cuerpo policial ha intentado que depusiera su actitud, cosa que se ha conseguido esta madrugada.

La situación ha sido muy complicada, ya que el agresor sufre una enfermedad mental, según la madre, esquizofrenia.

NO TENER PRISA

Según los expertos consultados por la cadena COPE, la situación se ha prolongado mucho en el tiempo, “hasta que seguramente ha terminado el brote psicótico que ha sufrido el hombre”.

Dicen, también, que aunque parezca que pasaban los días y la situación no avanzaba, ya ha sido un paso importante que tras cuatro días de negociaciones, “no haya evolucionado hacia ninguna conducta agresiva, ni hacia la guardia civil, ni hacia él mismo, y todo haya terminado bien", ha dicho la psicóloga Isabel Diego.

Lo más importante y acertado ha sido actuar sin tener prisa,  "con cautela”, había que ir desactivando esa situación paranoide según la cual el hombre creía que si abandonaba la actitud en la que estaba, “se le iba a hacer daño”.

Es muy probable que, “dentro de la ideación de esta persona” el mostrarse agresivo, encaramarse a la ventana haya sido algo congruente en su cabeza. “Seguramente, él viera a los agentes como a personas que querían atacarle”, asegura Diego.