Día de los Mayores: Hay que cambiar las gafas con las que miramos el envejecimiento y la vejez

En Cantabria 137.000 personas son mayores de 65 años y no todas envejecen de la misma manera y con las mismas necesidades. Hay quien afirma que a esa edad hoy en día aún se es joven con lo que, si aumentamos la franja de edad hasta los mayores de 70 años, son cien mil los cántabros que viven en Cantabria.

Una población mayor que requiere otra forma de ser mirada y atendida. La sociedad sigue hablando de las personas mayores en un tono muy pesimista, “casi apocalíptico” asegura Francisco Gómez Nadal, coordinador general de UNATE.

Nos referimos a ellos como sufridores de situaciones de soledad no deseada, de momentos de salud terroríficos y no se contempla la diversidad que hay en el grupo poblacional de personas mayores de 65 años.

Las diferentes administraciones siguen con medidas y políticas muy asistencialistas que en ocasiones no garantizan el ejercicio de los derechos como cualquier ciudadano de las personas mayores.

Desde UNATE aseguran que Cantabria vive un momento único para poner en marcha políticas de envejecimiento activo, integral y potente. Una política que recoja todas las áreas en las que una persona mayor tiene que ver: urbanismo, cultura, industria. en realidad, todas.

“Hay que empezar a cambiar las gafas con las que miramos los envejecimientos y las vejeces y ser más respetuosos con los mayores, la mayoría en plenas facultades” afirma Gómez Nadal.

Lo primero que habría que hacer para poner en marcha este cambio sería, según el coordinador general de UNATE, iniciar una campaña de concienciación muy fuerte en toda la región sobre qué son los envejecimientos y cómo son las vejeces. “Algo que habría que hacer con una campaña en positivo”.

En segundo lugar, habría que entrar en el sistema educativo a hablar de envejecimiento activo desde los primeros años. “Envejecemos desde el día en que nacemos y lo hacemos en función de decisiones que tomamos y de situaciones que vivimos que en ocasiones se podrían evitar”.

Y en el caso de las personas más mayores, de 85 años hacia arriba – en Cantabria hay casi 35.000 personas -, no se ha abordado la reforma del sistema de residencias como espacios de convivencia que no sean ni residenciales ni para personas dependientes. “Hay que generar una comunidad de cuidados mucho más respetuosos con esa diversidad y con los diferentes momentos que se viven cuando se tienen 80 años o más”