El emocionante proyecto musical que demuestra que la creatividad no tiene edad
"Iceberg" une a mayores y músicos para mostrar que nunca es tarde para crear. Entre canciones y recuerdos, demuestran que la imaginación no envejece
Santander - Publicado el
2 min lectura
En un auditorio repleto de emociones y recuerdos, los mayores de la residencia San Cándido de Santander presentaron el fruto de un proyecto único: “Iceberg”. Esta iniciativa, liderada por el músico y gestor cultural Juan Feijóo y reconocida por la Fundación Santander Creativa (FSC), ha demostrado que el arte y la imaginación son aliados perfectos en cualquier etapa de la vida.
Con la participación de músicos profesionales como el cántabro Yoel Molina y la artista canaria La Cris, este programa ha llevado la música a un lugar inesperado: las manos y voces de quienes, a menudo, se sienten olvidados.
Creatividad sin límites, incluso en la última etapa de la vida
El objetivo de “Iceberg” , era claro: demostrar que la creatividad puede florecer a cualquier edad. Según Juan Feijóo, el alma del proyecto, “las personas mayores tienen voz, voz hablada y voz cantada. Merecen ser incluidas en proyectos creativos como este”.
Durante tres fines de semana intensos, los residentes de San Cándido participaron en actividades diseñadas para despertar su creatividad y conectar con sus memorias más profundas. Yoel Molina capturó sonidos cotidianos, como el de un bastón o unas muletas, y los integró en piezas musicales modernas. Por su parte, La Cris trabajó con recuerdos familiares, especialmente vinculados a las madres de los participantes, para crear composiciones llenas de significado.
Una experiencia transformadora
Ángela López, una de las participantes, asegura que todavía sigue practicando las melodías aprendidas. “Me gustaría volver a formar parte de iniciativas como estas y, ¿por qué no? ¡Grabar un disco!”. Para Carmen, otra residente, la experiencia ha sido reveladora: “Tengo 90 años y me he dado cuenta de que aún no es tarde para continuar aprendiendo”.
La culminación del proyecto tuvo lugar en un emocionante evento final, donde los residentes compartieron sus creaciones con familiares y amigos. La canción principal, compuesta a partir de sus vivencias, fue un momento cumbre que emocionó tanto a los participantes como a los asistentes.
Un impacto que merece continuidad
La acogida de “Iceberg” fue tan positiva que los organizadores y participantes ya están pensando en el futuro. “Es necesario que proyectos como este tengan continuidad”, afirma Feijóo. “Los beneficios son evidentes y necesitamos financiación para que 'Iceberg' pueda seguir navegando”.
La Fundación Santander Creativa, que financió la iniciativa a través de su modalidad “Cultura Emprende”, ha puesto en valor este tipo de programas culturales inéditos.
“Las personas mayores estaban ansiosas por repetir la experiencia”, concluye Feijóo. “El último día nos preguntaron: ‘¿Y ahora qué vamos a hacer sin vosotros?’. Esto demuestra que, más allá de la música, proyectos como ‘Iceberg’ llenan un vacío emocional y fomentan la vitalidad de los participantes”.
Con “Iceberg”, queda demostrado que nunca es tarde para crear, soñar y, sobre todo, dejar huella a través del arte. Más información de este fascinante proyecto en su página web Konpartitu. ¿Quién dijo que los recuerdos no podían transformarse en melodías?