Los ganaderos de Cantabria ven bien las ayudas de la consejería pero creen que son insuficientes
A las ayudas por vaca muerta se deberían añadir otras para cubrir los tratamientos y las consecuencias de la enfermedad hemorrágica epizoótica
Santander - Publicado el - Actualizado
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El cambio de criterio del Gobierno de Cantabria en cuanto a la concesión de ayudas extraordinarias a los ganaderos cuyas vacas fallezcan a consecuencia de la enfermedad hemorrágica epizoótica, ha sido bien recibido por las organizaciones sindicales y por los propios afectados.
En 20 días y cuando la enfermedad afecta ya a más de un millar de ejemplares, la consejería ha pasado del “no habrá partidas extraordinarias. Las ayudas debería de activarlas el Ministerio” a “se ha habilitado una partida extraordinaria para indemnizar a los ganaderos que hayan perdido algún animal desde el pasado 5 de septiembre”.
La cuantía de estas ayudas es la misma que en su momento se acordó entre gobierno y asociaciones ganaderas por la pérdida de animales a consecuencia de los ataques del lobo. Desde UGAM-COAG ven esta cuantía correcta, pero echan de menos que las ayudas no cubran los gastos veterinarios de la enfermedad.
Son gastos, asegura en COPE Cantabria Gaspar Anabitarte, secretario general de UGAM-COAG en Cantabria, muy importantes para el ganadero que pueden alcanzar los 100?€ por cada animal enfermo.
Hasta el momento y por lo visto en las explotaciones ganaderas, una vez que se detecta el primer caso es frecuente que a los días sean una gran mayoría de animales de la misma explotación los que enferman, con lo que el gasto se dispara.
A esto hay que añadir las dificultades que tiene el ganadero para alimentar a las reses enfermas, debido a las heridas en lengua y morro que les impide comer y beber, lo que provoca que muchas de ellas superen la enfermedad hemorrágica epizoótica en condiciones muy precarias. “Algunos animales llegan a perder el 40% de su masa corporal y luego es muy difícil recuperar estos animales”, asegura en COPE Raúl Guillarón de ASAJA.
Los ganaderos además ven con preocupación las consecuencias a futuro que puede tener esta enfermedad, infección cuyo primer caso se conoció en España hace un año aproximadamente. Se sabe que, debido a la fiebre alta que causa la enfermedad, los animales preñados abortan y se teme además que la infección pueda tener consecuencias para el aparato reproductor. “No sabemos qué puede pasar en el futuro con los machos que se hayan infectado. Si afecta a su capacidad de monta esto sería terrible para los ganaderos cuyo negocio dependa mucho de sus sementales”.
Los ganaderos aseguran que la enfermedad dista mucho de estar controlada en lo que a tratamiento y consecuencias se refiere.
La enfermedad, aseguran, va a seguir propagándose durante los próximos días porque el buen tiempo meteorológico lo va a favorecer. No hay que olvidar que la enfermedad hemorrágica epizoótica se propaga a través de la picadura de un mosquito y el buen tiempo de este veranillo de San Miguel va a ser su mejor aliado.
Los ganaderos siguen reclamando control para evitar movimientos de ganado y recuerdan que la enfermedad no se transmite al ser humano.