Una mujer de Cantabria clama por la presencia de jabalíes en su jardín: "Me rompí la rodilla"
La población de jabalíes ha crecido de manera descontrolada en Cantabria, y sus efectos ya se notan en la vida cotidiana de muchos vecinos

Santander - Publicado el
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Durante los últimos años, Cantabria ha visto un aumento preocupante de la población de jabalíes. Tanto es así que en los últimos cinco años las batidas extraordinarias se han incrementado un 250%, alcanzando cifras récord. Pese a estos esfuerzos, el problema sigue creciendo y la presencia de estos animales ya no se limita a los bosques o zonas rurales, sino que han comenzado a colonizar espacios urbanos y sus alrededores, generando daños y situaciones de riesgo.
Lo que antes parecía una anécdota aislada, ahora es una realidad habitual. Vecinos de varias zonas de Cantabria llevan tiempo denunciando que los jabalíes entran en sus fincas, destrozan vallados y dejan huella de su paso. En Loredo, por ejemplo, algunos residentes afirman que estos animales aparecen a cualquier hora del día, incluso dentro de terrenos cerrados con vallas metálicas.
Están en el jardín a cualquier hora del día, verlos tan cerca da miedo"
Vecina de Loredo, Ribamontán al Mar
Los destrozos en jardines, cultivos y propiedades privadas son una de las grandes quejas de los afectados. Además, la falta de soluciones claras por parte de las administraciones ha provocado que muchas personas se sientan desprotegidas ante esta invasión silenciosa.
Pero más allá de los daños materiales, el problema también afecta a la seguridad. No hay que olvidar que los jabalíes son animales salvajes y su comportamiento puede ser impredecible. Aunque no suelen atacar sin motivo, si se sienten acorralados o sorprendidos, pueden reaccionar con violencia, lo que representa un riesgo tanto para adultos como para niños o mascotas.
Las carreteras más afectadas
El otro gran foco de preocupación es el aumento de accidentes de tráfico provocados por jabalíes. Se calcula que en los últimos años han crecido de manera exponencial los incidentes relacionados con estos animales en las carreteras cántabras. La Bahía de Santander, el entorno de Torrelavega y los accesos a la autovía A-8 son algunos de los puntos más problemáticos.

Jabalíes cruzando una carretera
Los peligros son varios. Principalmente, está el impacto con el animal, que puede generar daños muy elevados por su tamaño; pero además de ello, están las maniobras de los conductores para esquivarlos, que pueden provocar salidas de vía o colisiones con otros vehículos. Por este motivo, se están intensificando las medidas de control en las zonas más afectadas.
¿Qué está haciendo el Gobierno de Cantabria?
Las autoridades han puesto en marcha diferentes estrategias para frenar la proliferación de jabalíes, aunque el problema no tiene una solución fácil. En las zonas rurales, la caza sigue siendo la principal herramienta de control, pero en entornos urbanos no es posible realizar batidas convencionales, por lo que se han implantado métodos más específicos, como capturas con trampas o el uso de atrayentes para alejar a los animales de zonas habitadas.
Otro punto de conflicto ha sido la presión de colectivos animalistas, que han frenado algunas actuaciones en determinados municipios. Esta situación ha generado un debate sobre hasta qué punto deben limitarse las medidas de control, ya que muchos vecinos consideran que la seguridad y la protección de las personas deberían estar por encima de estas restricciones.

Jabalí en un bosque
Por otro lado, el aumento de los cupos de caza es otra de las medidas adoptadas para tratar de reducir la población de jabalíes en las zonas más afectadas. Sin embargo, el crecimiento ha sido tan rápido que las actuaciones parecen ir siempre un paso por detrás del problema.
Un problema que no deja de crecer
Lo que está claro es que los jabalíes han llegado para quedarse y que su presencia en Cantabria es cada vez más notable y conflictiva. Los vecinos piden soluciones urgentes, las administraciones intentan contener la situación y, mientras tanto, los jabalíes siguen expandiéndose por la región.
Si no se toman medidas más contundentes, la previsión es que la población siga aumentando y que, con ello, los problemas sean cada vez mayores. La pregunta ahora es si las soluciones llegarán a tiempo o si los jabalíes terminarán por convertirse en parte del paisaje urbano de Cantabria.