La petición de una madre de Cantabria, para mejorar las cifras de natalidad: "Es necesario..."

El número de nacimientos crece en la región, pero las dificultades económicas y la conciliación siguen marcando la maternidad

Alex García

Publicado el - Actualizado

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Alba es madre de dos niñas y ha vivido en primera persona cómo ha cambiado la maternidad en los últimos años. Su primera hija, Celia, nació en plena pandemia, cuando presentar a un recién nacido a la familia solo era posible a través de una pantalla. Su segunda hija, Candela, está creciendo en un mundo diferente, con abrazos, visitas y paseos sin restricciones.

"La diferencia más grande es que con Celia estuvimos encerrados. Nació tres días antes del confinamiento. Ahora, con Candela, podemos hacer vida social con ella, que la vea la familia, los amigos… poder pasear tranquilamente", cuenta Alba.

Pero más allá de los cambios sanitarios, hay otra realidad que pesa más en el día a día de muchas familias: la crianza es cada vez más cara y conciliar sigue siendo un reto.

Más nacimientos, pero también más dificultades

Cada bebé llega en un contexto que influye en su crianza. En Cantabria, el número de nacimientos ha crecido un 13,3% en 2024, el mayor aumento de toda España. Sin embargo, la cifra sigue lejos de los niveles de hace una década: en 2014 nacieron 4.565 bebés, mientras que en 2023 fueron 3.372.

El dato es positivo, pero no oculta las dificultades que muchas familias enfrentan para poder tener hijos. "Todo va mejorando, pero eso también implica más gastos. Se habla de mejoras en las bajas de maternidad y paternidad, pero en la práctica no las vemos. Yo creo que es necesario que una madre o un padre tengan al menos seis meses de baja para poder cuidar a su hijo", reivindica Alba.

Se habla de mejoras en las bajas de maternidad y paternidad, pero en la práctica no las vemos

Alba

Madre de Celia y Candela

Porque la crianza no es solo cuestión de amor, también de estabilidad. Alba y Gonzalo, su pareja, tienen casa en propiedad y trabajos fijos, pero no todos los jóvenes en Cantabria pueden decir lo mismo. Con precios de la vivienda en aumento y un mercado laboral incierto, muchas parejas retrasan la decisión de ser padres o, directamente, la descartan.

Un futuro que depende de hoy

A pesar de todo, Alba lo tiene claro: ser madre ha sido la mejor decisión de su vida.

"Se crea un vínculo, un amor… Yo quiero mucho a mi marido, pero como a un hijo, te digo que no. Desde el momento en el que te lo ponen encima cuando nace, ahí se crea algo que no sé qué es, pero es para toda la vida", afirma.


El futuro de Cantabria pasa porque más personas den el paso de formar una familia. El envejecimiento de la población es un reto y el aumento de la natalidad es una buena noticia, pero para que se convierta en tendencia hace falta algo más que ilusión.

Mejores condiciones económicas, más estabilidad laboral y facilidades para la conciliación serán clave para que las nuevas generaciones puedan construir sus familias sin miedo al futuro.