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La Policía Nacional detiene a 11 personas y desarticula dos grupos dedicados al tráfico de drogas, venta y distribución de cocaína en Cantabria

Las 3.500 dosis de cocaína incautadas hubieran alcanzado un valor en el mercado ilícito de unos 250.000€

María Gutiérrez

Santander - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

      
      
             
      

La Policía Nacional ha detenido a once individuos, nueve hombres y dos mujeres, de entre 27 y 61 años de edad, todos ellos como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas, y además dos de ellos, como presuntos autores de un delito de tenencia ilícita de armas en la denominada 'Operación Fire'.

INICIO DE LA INVESTIGACIÓN

Los agentes del Grupo de Estupefacientes, de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Cantabria, encargados de la investigación de este tipo de delitos, tenían conocimiento desde el mes de abril, de la existencia de dos individuos dedicados a la venta y distribución de sustancia estupefaciente al menudeo, tanto en Santander como en varias localidades limítrofes, por lo que una vez judicializada la investigación con el refrendo de la Fiscalía Antidroga, los agentes investigadores pudieron constatar que se trataba de dos ramas de distribución diferentes, cada una de ellas con su propia cartera de clientes, si bien coincidiendo en alguno de ellos, lo que, a la postre, fue lo que propició que la investigación se iniciara sobre ambos individuos de forma simultánea.

CONSTATACIÓN DE LA ACTIVIDAD DELICTIVA

Una vez que los agentes pertenecientes al Grupo de Estupefacientes establecen los primeros Dispositivos de Vigilancia y Seguimiento sobre los mismos, complementado con otras medidas de investigación, por un lado, logran detectar una rama de distribución radicada en Santander, tratándose de un individuo que distribuía cocaína al menudeo a pequeña escala, el cual llevaba a cabo la actividad ilícita surtiendo sustancia estupefaciente a los clientes/consumidores tanto desde su domicilio, sito en una céntrica calle de Santander, como a demanda de estos, distribuyendo la sustancia estupefaciente por diferentes puntos de la ciudad, siempre al amparo y valiéndose del taxi con el que trabajaba. De igual forma, enseguida los agentes investigadores pudieron constatar como éste contaba tanto con un estrecho colaborador en la distribución de la sustancia estupefaciente como con dos proveedores que le surtían de la sustancia estupefaciente que posteriormente éste distribuía.

Según iba avanzando la investigación, los agentes centran la atención sobre estos dos proveedores, con el fin de llegar a una satisfactoria explotación operativa de la investigación de cara a acreditar su actividad ilícita, enseguida pueden detectar como su nivel de actividad era apabullante, los cuales a su vez contaban con otros tres distribuidores menores radicados en Santander y municipios limítrofes, como El Astillero, Camargo, etc.

De forma paralela, los agentes investigadores, tras centrar la atención sobre la otra rama de distribución, pudieron constatar cómo se trataba de un individuo con un alto nivel de distribución de venta y distribución de cocaína, el cual tenía como punto de referencia en la actividad ilícita su domicilio sito en la localidad de Mogro (Miengo) donde residía con su pareja, el cual distribuía la sustancia estupefaciente tanto a clientes/consumidores, como a otros distribuidores menores, teniendo como ámbito de actuación por lo general las zonas de Miengo, Santa Cruz de Bezana, Piélagos, Torrelavega e incluso Santander.

De igual forma, enseguida los policías pudieron verificar como este contaba con otro estrecho colaborador en la distribución de la sustancia estupefaciente, que a la vez le hacia las funciones de guarda y custodia (caletero) del grueso de la sustancia estupefaciente, el cual residía junto a su pareja, también participe en la actividad ilícita, en la localidad de Mortera, siendo reseñable como en el registro domiciliario de ambos les fue hallada un arma de fuego.

      
             
      

REGISTRO Y DETENCIÓN

El día 20 de noviembre, la investigación de los agentes del Grupo de Estupefacientes de la Jefatura Superior de Cantabria concluyó con el resultado de la entrada y registro de siete inmuebles; y la detención de diez de los once implicados, como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas, en Santander y en otros municipios de esta Comunidad Autónoma. Al día siguiente, se llevó a cabo la última de las detenciones, siendo ésta, una de las mujeres.

Durante los registros los agentes incautaron: 3500 dosis de cocaína (papelinas), con un peso total de dos kilogramos; 260 gramos de hachís; 6 gramos de MDMA; 10 balanzas de precisión; cuatro envasadoras al vacío y diversas bolsas con recortes circulares.

En los registros llevados a cabo también se intervino un vehículo; 26.800 euros; un arma de fuego; 14 armas blancas; 14 teléfonos móviles y 18 relojes.

      
             
      

Los once detenidos, de los cuales siete de ellos contaban con antecedentes, fueron puestos a disposición judicial, decretando la autoridad judicial el ingreso en prisión de dos varones.

RELEVANCIA DE LA OPERACIÓN

Con esta operación policial se paraliza el flujo en la venta y distribución de cocaína, hachís y MDMA, en Santander y municipios de la Comunidad Autónoma de Cantabria, lo que conlleva a la erradicación de ocho puntos negros de venta de sustancia estupefaciente.

Cabe reseñar, que las 3.500 dosis de cocaína (papelinas) preparadas para la venta inmediata, alcanzaría un valor en el mercado ilícito de unos 250.000€. Igualmente cobra importancia también, la incautación del arma de fuego y de las catorce armas blancas halladas en la fase de Entradas y Registros, siendo retiradas de la circulación con el consiguiente peligro potencial que ello supondría.

      

La Policía Nacional dispone de un correo electrónico: antidroga@policia.es, para hacer las denuncias sobre tráfico de drogas, garantizando siempre el anonimato, seguridad y máxima confidencialidad con los informantes.

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