Reinserción social: Más allá del prejuicio

El primer domingo de marzo se conmemora el Día del Preso, una jornada que invita a la reflexión sobre el futuro de quienes han cumplido su condena. En Cantabria, la Asociación Nueva Vida lleva más de 25 años trabajando en la reinserción social de personas privadas de libertad. Su objetivo: acompañarlas en el proceso de reconstruir sus vidas y facilitar su reincorporación en la sociedad.

Julio García Celorio, presidente de Nueva Vida, destaca que, a pesar del escepticismo social, los datos hablan por sí solos: el 91% de los participantes en su programa "Reincorpora" han logrado acceder a un empleo. "La sociedad se sensibiliza más con las malas noticias que con los casos de éxito, pero la realidad es que muchas personas consiguen salir adelante de manera anónima", afirma en COPE.

La salud mental en las prisiones: un problema oculto

Según Juan José Martínez, psicólogo especialista en el medio penitenciario, la privación de libertad afecta profundamente a la salud mental de los internos. "Lo que más me encuentro en prisión son problemas derivados del consumo de sustancias como alcohol o cannabis, además de trastornos mentales sin tratar", explica en Herrera en COPE Cantabria.

Desde Nueva Vida, trabajan con programas específicos para abordar estas problemáticas, como la sensibilización sobre el consumo de drogas y la atención psicológica adaptada a las necesidades de los internos. En 2024, su Programa de Promoción de la Salud Mental atendió a 46 personas, mientras que el de Intervención para Agresores en Violencia de Género y Agresores Sexuales ayudó a 50 participantes.

El desafío de volver a empezar

Salir de prisión no es el final del camino, sino el comienzo de una lucha por la reinserción real. Muchos exreclusos se enfrentan a la falta de oportunidades laborales, la dificultad para encontrar vivienda y el rechazo social. Por eso, programas como "Reincorpora", desarrollado con el apoyo de la Fundación La Caixa, son clave para facilitar itinerarios personalizados de formación y empleo.

Además, Nueva Vida ofrece un programa de acogida para quienes están en tercer grado o libertad condicional. En su casa de Renedo de Piélagos, que ahora han trasladado al centro de Santander, y su apartamento para familias, han alojado a 24 personas en el último año, garantizando un entorno seguro para su reintegración.

Una segunda oportunidad es posible

A pesar de los prejuicios, los hechos demuestran que la reinserción funciona cuando hay apoyo adecuado. "Nuestro objetivo es que, cuando salgan, sean uno más en la sociedad, sin tener que dar explicaciones sobre su pasado, sino centrarse en su nueva vida", concluye García Celorio.

Día a día, Nueva Vida trabaja para que la rehabilitación y la reinserción de los presos sean una realidad. Porque todo el mundo merece una segunda oportunidad. ¿Estamos preparados como sociedad para dársela?