“Lo que no se ve, no existe”: La violencia de género hacia mujeres mayores, el desafío de nombrar lo invisibilizado
La violencia de género hacia mujeres mayores sigue siendo una realidad invisible. Normalizada por años de desigualdad y silencios, afecta gravemente su salud y bienestar, mientras la sociedad apenas reconoce su existencia
Santander - Publicado el
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La violencia de género no distingue edades, pero para las mujeres mayores su impacto es devastador y, a menudo, invisible. Ellas crecieron en una sociedad que justificaba la desigualdad en las relaciones y donde conceptos como el abuso psicológico, económico o sexual eran normalizados. Por eso, muchas de estas mujeres no identifican como violencia lo que han vivido durante décadas.
Además, los estereotipos sociales refuerzan la idea de que la violencia de género afecta principalmente a mujeres jóvenes. Esto ha llevado a que los esfuerzos en políticas públicas se centren en prevenir estas situaciones en generaciones más jóvenes, dejando a las mayores en un segundo plano.
Invisibilidad desde todos los frentes
Esta invisibilidad también afecta a los sistemas de atención. Profesionales de la salud, trabajadores sociales y otros especialistas no siempre relacionan los malestares físicos o emocionales de estas mujeres con posibles situaciones de maltrato. La falta de formación y sensibilidad hacia este grupo perpetúa el silencio.
Sin embargo, las consecuencias son graves. Las mujeres mayores que han vivido años de violencia suelen presentar un deterioro físico y emocional más profundo que aquellas que han enfrentado estos problemas durante menos tiempo. Su salud, ya afectada por la edad, se ve aún más comprometida por el peso del abuso prolongado.
La ausencia de datos específicos también contribuye al problema. Aunque estudios recientes han comenzado a explorar esta realidad, todavía es insuficiente para entender las barreras que enfrentan estas mujeres. Por ejemplo, son quienes menos denuncian, menos solicitan órdenes de protección y menos acceden a recursos de apoyo.
Este silencio no solo viene de ellas, sino también de una sociedad que no ha querido mirar de frente la violencia que ocurre puertas adentro en la vida de las mujeres mayores.
¿Cómo actuar frente a este problema?
Enfrentar esta realidad requiere un cambio profundo:
Sensibilizar a la sociedad: Es crucial romper los estereotipos y visibilizar que la violencia no termina con la juventud.
Formar a los profesionales: Aquellos que trabajan con mujeres mayores deben estar capacitados para identificar señales de violencia y ofrecer apoyo adecuado.
Crear recursos específicos: Desde apoyo económico hasta viviendas seguras, es necesario generar herramientas que permitan a estas mujeres salir de situaciones de abuso.
Trabajar con las familias: Sensibilizar a los entornos cercanos puede ser clave para ofrecer redes de apoyo a quienes lo necesitan.
JORNADA UNATE
La Jornada Internacional organizada por el Grupo Social UNATE este viernes 22 de noviembre es un paso crucial para dar visibilidad a esta realidad. Con expertas de México, Estados Unidos y España, se explorarán perspectivas globales y propuestas concretas para afrontar la violencia de género hacia mujeres mayores. Desde el Espacio Magallanes en Santander y vía streaming, esta jornada busca ser un punto de inflexión para romper el silencio y empezar a construir soluciones que incluyan a todas las generaciones.