ALBACETE EN POSITIVO

La vocación de las enfermeras, la vacuna para tratar el COVID19

Teresa pasó 12 días con Conchi sin salir de una habitación del Hospital de Villarrobledo

Teresa y Conchi

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Aunque aún no conozcas la historia de Teresa, te adelanto que te va a quedar marcada. Te preguntarás cómo una chica con tan solo 20 años, dentro de pocos días cumplirá 21, puede haber demostrado tanta vocación sin tener un título entre sus manos.

Para que conozcas un poco más de ella, Teresa es de Villarrobledo aunque estudia 2º de Enfermería en la Universidad CEU Cardenal Herrera. Cuando el estado de alarma llegó a nuestro país, Teresa como miles de universitarios, tuvo que dejar sus estudios presenciales y volver hasta Villarrobledo para continuar con su carrera de forma virtual.

Ella se ofreció voluntaria para cualquier ayuda necesaria y así comenzó la historia.

Cuando Teresa vio la oferta como voluntaria de cuidar a Conchi, una mujer de 59 años con Síndrome de Down e ingresada por portar el Coronavirus, Teresa no se lo pensó. Quería ayudarla y que no se sintiese sola en el hospital. Los primeros días según Teresa “fueron complicados porque Conchi no me contestaba, aunque yo no paraba de hablarle porque sabía que me estaba haciendo caso”, hasta que Conchi poco a poco se fue recuperando de la neumonía que le había dejado el coronavirus.

Conchi se sentía mejor y comenzó a hablar con Teresa, pasaron 12 días juntas sin salir de la habitación del Hospital de Villarrobledo. Teresa asegura que “comíamos juntas, si ella estaba triste y lloraba yo la consolaba y si yo lloraba ella hacía lo mismo”. Conchi y Teresa se volvieron inseparables.

Como toda historia, la de Teresa y Conchi dentro del hospital tuvo que acabar tras la buena salud de Conchi. Llegó su alta y con ella la despedida. Teresa asegura que “la noche de antes no podía dormirse y quizás era por los nervios de volver a casa”. Conchi sigue en confinamiento y Teresa está deseando poder viajar hasta su hogar para pasar tiempo con Conchi y seguir manteniendo el contacto.

Una historia en la que queda plasmado que la vocación no conoce de edades. Historias humanas de 'Albacete en Positivo' como la de Teresa que estudia para ser algo que ya ha comenzado a ser: ENFERMERA. Las mismas que dejan sus vidas por los demás, que no solo salvan: sino que cuidan, alivian, curan, acompañan y sostienen la mano a aquellos que no pueden más; como lo hizo Teresa con Conchi. Porque más que enfermeras son héroes y heroínas que cambian la capa por pijama y zuecos.