Los 30 años del hellinero David Úbeda corriendo los Sanfermines: "De la cuna del toro a Pamplona"

Cada año, David tiene una cita ineludible con Pamplona al que le une la pasión por los toros

Carmen Rodenas

Toledo - Publicado el - Actualizado

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Tres décadas sin faltar a una cita especial cada verano. David Úbeda es de Hellín (Albacete) y no falta ningún año a los Sanfermines. Como un pamplonés de acogida, cada año corre todos los encierros, algo que le apasiona y que vive como si fuese la primera vez.

"Son 30 años ya desde que llegué por primera vez aquí y solo he faltado uno. Después de la pandemia, aunque hubo dos años que no hubo encierro, pero uno de los dos años vine, aunque no hubo encierro. O sea que sí, 30 años hace ya que vine por primera vez".

Cuadrar cada año las vacaciones para que coincidan con San Fermín es una tarea inamovible para David que según nos contaba en COPE, vivir los encierros "es un veneno que tenemos ya todos los sanfermineros inoculados dentro de nuestro ser, que nos hace repetir". No solo los encierros, sino la suelta de vaquillas, las reuniones con amigos, las comparsas por la calle, "lo que nos une mucho es la fiesta y sobre todo la pasión de los toros".

"Es que es lo bonito de Pamplona, que puedes elegir qué momento del día te interesa más salir y disfrutar de la fiesta. A mí me gusta vivirlos en todos sus sentidos, sobre todo la mañana, porque empiezas con el encierro, después vienen espectáculos taurinos que suelen haber en la plaza o el apartado, luego la corrida, luego el encierrillo por la noche, hay toros en todo momento, pero aparte de los toros, tienes música, gastronomía, los almuerzos que nos metemos aquí, son bastante interesantes".

Este albaceteño nos define como es pasar el resto del año pensando en revivir estos días "te lo podría definir como el estar una noche en pleno invierno, durmiendo en tu cama y de repente, pensar en el encierro y empezar a latir el corazón tan rápido que lo oyes. Esa sensación me pasa todos los años y es así".

Ponerse delante del toro

En pocos minutos de cada encierro se viven muchos momentos de auténtico temor: caídas, pisotones, tensión y arrollamientos. Para quienes lo viven desde dentro, todo esto se vive doblemente. "Intentamos es buscar la cabeza de los toros más que de los cabestros, pero a veces hacemos encierros muy buenos con los cabestros, no sé, es muy difícil, es muy complicado y cada vez lo es más, porque hay más gente que sabe correr, hay más gente que viene a coger cabeza de toro y a jugársela. Entonces, bueno, pues yo ya no estoy en ese punto, intento arriesgar dentro de la justa medida, porque las condiciones físicas no son las mismas, y a disfrutar de otros corredores y de otros amigos que lo hacen fenomenal".

De esos 850 metros más o menos del recorrido, nos contaba David qué parte le gusta más o menos. "Es peligroso todo el encierro, pero es más peligrosa la gente. Yo no tengo problema de correr en otro lado, pero siempre intento correr en el mismo tramo. Yo creo que más por tradición que otra cosa. Conforme va pasando el tiempo, buscar otros sitios, otros recorridos por conocerlo y por intentar también disfrutarlo de otra manera".

Encierros por sus venas

Es de Hellín y su pasión por los toros no solo sale en Pamplona. David viene de la cuna del toro, de pueblos como Elche de la Sierra, Ayna o Liétor, donde los encierros se viven intesamente y por eso David los resalta "Yo resaltaría a los de mi tierra, los de la Sierra del Segura, yo soy de Hellín, para mí la cuna de los encierros y aunque no tiene nada que ver con esto, también son muy bonitos y cada uno, pues que disfrute del toro en la medida que pueda".