En la calle Arquitecto Julio Carrilero

Se toma un belmonte en una churrería después de atracar una sucursal bancaria

Al detenido se le encontró el arma y el dinero robado, unos 600 euros en metálico y algo de calderilla

Lo aprehendido por la Policía.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Agentes de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil de Tráfico de Albacete, han detenido a un hombre de 43 años, vecino de la capital, con amplio historial delictivo, como presunto autor de un robo con intimidación en una sucursal de Bankia ubicada en la calle Arquitecto Julioi Carrilero de la capital. Según informa la Subdelegación del Gobierno, sobre las 11:00 horas del jueves, un individuo encapuchado entró en esta oficina bancaria, empuñando una pistola. Esta persona amenazó a los empleados consiguiendo que le entregaran setecientos euros. Antes de marcharse, también, se apoderó de una caja que contenía moneda fraccionaria. Como consecuencia de la eficaz colaboración de varios ciudadanos, que presenciaron la salida del atracador, intervinieron diversas dotaciones de la Comisaría, junto con dos Agentes de la Guardia Civil de Tráfico, requeridos por un peatón cuando circulaban por la zona. De ese modo, los actuantes localizaron al atracador, refugiado en una churrería cercana, donde se había cambiado de ropa. La rápida intervención conjunta permitió detener al autor del robo con intimidación sin que nadie resultara lesionado. En el cacheo de seguridad se le intervino una pistola, que resultó simulada, aunque con el aspecto normal de una real, usada para perpetrar el robo, además del dinero sustraído. Llevaba las prendas con las que pretendía cambiar de aspecto exterior, así como la braga que le sirvió para taparse la cara. También se encontró en el lugar la caja que se había llevado del banco. Paco y Encarna El matrimonio que forman Francisco y Encarna, que regentan la churrería La Caracola, a apenas 200 metros de la oficina bancaria, son hoy los protagonistas de este suceso. Entre roscas y cafes, ellos observaron a este individuo, que visiblemente nervioso les pidió un belmonte (café con leche condensada y brandy) y que llamaran a un taxi. Accedieron a lo primero, pero no a los segundo.  Después de unos diez minutos, esta persona salió de la churrería siendo rodeado por unos diez policías que le detuvieron.