CULTURA

El sector del espectáculo vive uno de sus peores momentos

Autores, compañías, actores, técnicos y su entorno están sufriendo el rigor de una profunda crisis

Juanma Cifuentes, actor y director

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El cierre de los teatros y salas de espectáculos a consecuencia de la “pandemia”, y en las que afortunadamente en los momentos de apertura, nadie ha salido infectado, han roto el modo de vida para más de un millón y medio de familias en España, entre los que no están incluidos los técnicos, ni todo lo que gira en torno al espectáculo.

Las restricciones han perjudicado a muchas compañías, que no han podido mantenerse, “se nos quita el modo de vida, pero hay que pagar impuestos”, las inversiones en espectáculos que se iban a celebrar y han sido suspendidos, en muchos casos se han perdido.

Ni grandes, ni pequeñas compañías han salido bien paradas en la situación en la que estamos hace más de un año. Los promotores, y las salas privadas que hay en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla o Valladolid, tampoco funcionan, “todo está parado, si llamas nadie atiende el teléfono”, nos cuenta Juanma Cifuentes, actor, director, dramaturgo albaceteño.

Personalmente nos cuenta que, al principio tuvo unos meses de descanso, tras una temporada de gran ajetreo, que le vino bien, luego escribió, escribió y se puso a preparar nuevos montajes, pero con la situación, ni salían contratos, ni nadie arriesgaba por temor a la suspensión.

Calcula Juanma Cifuentes que hasta el otoño no se reactivará el sector, “en verano los teatros están cerrados, y solo funcionan los festivales como Mérida, Olmedo, Chinchilla y Almagro, donde puedes hacer una función”….

Con el grupo de la ONCE que dirige, nos avanza Cifuentes, estarán este verano en Mérida.

Antonio Campos, actor albaceteño tampoco ha tenido un buen año, aunque no se queja dada la situación de muchas compañías, “gracias las ayudas correspondientes al estar en ERT’e y las ayudas a empresas”, han sobrevivido.

Rafael Álvarez el Brujo, hace hincapié en la necesidad del pago a las compañías por parte de los ayuntamientos, y nos cuenta que a pesar de la crisis que afecta al sector ha podido trabajar incluso en los momentos más duros de la pandemia, aunque en algunas sesiones tan solo actuaba para dos o tres espectadores.

El Teatro de calle, los espectáculos itinerantes se han visto muy perjudicados también en el último año, dadas las restricciones establecidas por la Autoridad Sanitaria, como fue la prohibición de la itinerancia. Las fiestas de los pueblos, otra de las posibilidades laborales para este tipo de compañías, tampoco se celebraron, y en las previsiones actuales, tampoco hay apenas compromisos para el próximo verano. Un futuro incierto, y una situación en la que lo están pasando verdaderamente mal.

Yayo Cáceres director de la Compañía Ron Lalá, reconoce que la situación es crítica, pero España es el único país de la UE que ha abierto los teatros durante la pandemia, si bien el sector en Europa se rige por un régimen más justo que permite una cobertura para los trabajadores, que en España no se da, a pesar de las continuas reclamaciones y negociaciones con los distintos gobiernos.

Antonio León de la Compañía Corrales de Comedias considera una “perversión del lenguaje calificar a este sector productivo de no esencial, y si es así, tampoco lo deberían ser para pagar impuestos, por ejemplo”.

“El verdadero problema, es que ha mostrado las costuras de este raquítico traje de la Cultura en España, sobre todo en las artes escénicas, esa calificación”. “Cualquier político considera que esto se puede parar de cualquier manera, cuando detrás hay más de un millón y medio de familias que viven de esto, y que parece que no se da importancia a que no puedan desarrollar su actividad”.

Para el director de teatro el albaceteño, Paco Redondo, la actual crisis no la están viviendo bien, “hay mucha gente que no ha podido trabajar, los espacios escénicos fueron los primeros en cerrar. Cierres, aperturas intermitentes en los teatros, parones en la escenificación, todo esto hace muy difícil mantener la actividad, y con mucha penuria, y gran voluntad se sigue trabajando.

“Aunque se aproveche el tiempo para ensayar, sin público, elemento fundamental para el Teatro, no hay teatro. En este tiempo se ha hecho teatro en Streaming, pero no es lo mismo que asistir a un espectáculo”.