Trajes de Albacete

Albacete la provincia con más variedad de trajes típicos

La variedad la determina el clima, y somos tierra de contrastes

Traje de Caudete

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La variedad la determina el clima, y somos tierra de contrastes. El llano manchego, las sierras del Segura y Alcaraz o los cálidos campos de Hellín han motivado esta variedad en el vestir desde tiempos remotos, hasta el S XIX cuando se empezó a hablar de “moda”.

Carmen Guerrero, miembro del Grupo de Danzas de Magisterio, que ya nos describía los detalles para ir bien vestidos de manchegos, también nos ha explicado como son el resto de trajes típicos de cada zona de la provincia.

Así nos ha detallado en primer lugar el traje de Hellín, mucho más liviano y fresco que el resto, precisamente por la calidez de la zona, y se compone de refajo de rayas verticales en dos tonos de azul y también encañonado, como el de manchega. Blusa con mangas cortas de farol, con puntillas, un chaleco bordado en los laterales, ya que el frontal queda oculto por la manteleta bordada y ligera.

El calzado de esparto, planta que abundaba y abunda por la zona, fresca y ligera, igualmente. Media blanca calada tanto para el atuendo femenino como el masculino, chaleco ligero, faja, camisa blanca y pañuelo en la cabeza.

El traje de la Sierra

El refajo de serrana está tejido en el telar, como el resto, pero en torno a un palmo en los bajos del mismo está bordado, pero de manera sencilla, no como los murcianos, nos explica Carmen Guerrero.

Medias de rayas de colores, faltriquera, camisa, pelerina o mantón.Un solo moño, flores, peineta y joyas de plata vieja.

El traje de serrano pantalón bajo la rodilla, medias de lana de colores, albarcas o esparteñas, faja, chaleco, y pañuelo a la cabeza.

En Villarrobledo, el traje tiene sus propias características, que son comunes a lo que conocemos como Mancha Centro, el corazón de la Mancha que se extiende por la provincia de Ciudad Real.

La mujer viste refajo de rayas de colores, no excesivamente vivos, en vertical con pliegues, faltriquera, chambra en tonos oscuros, con pequeños lunares u otros motivos. Un mandil y una toquilla de lana muy fina. El peinado consta de un solo moño trenzado, y las joyas muy sencillas. Zapatos como las manchegas y medias de rayas de colores. También tienen un traje especial para la vendimia con manguitos, y con tejidos ligeros de cuadritos con los pañuelos de hierbas.

La curiosidad del traje masculino roblense

Además de albarcas, polainas, camisa blanca o de color crudo y un chaleco que curiosamente se coloca encima de la chaqueta. Carmen Guerrero nos cuenta que no ha encontrado aún una explicación a este modo de vestir, y nos remite a que sean los roblenses los que nos lo cuenten… Pañuelo de hierbas en la cabeza, y en lugar de faja un cinturón ancho.

El traje caudetano

La mujer viste refajo encañonado como el de manchega, pero con bordados en la parte de abajo, como el de serrana, blusa y mantón de manila, zapato negro y media blanca calada.

El traje masculino, es muy similar al de manchego.

Para danzas rituales destaca el de los danzantes de Isso y el de los pastores de la zona de El Bonillo y Munera, con chalecos de piel de oveja, polaina, camisa blanca y montera, como el que el Grupo de Magisterio viste en la danza del paloteao.

Carmen Guerrero reclama que se investigue en ese campo de nuestras raíces, y apunta al aula de folklore de la UP, como posibilidad para indagar sobre estas tradiciones ancestrales.

Agradecemos al Grupo de Danzas de Magisterio el material audiovisual que nos han facilitado

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