Cristian Pérez triunfa en la primera novillada de Albacete

Sin organizarse novilladas con picadores, la continuidad de la Fiesta se torna más complicado. Los toreros, las figuras de hoy, pasaron por el escalafón con los del castoreño antes de hacerse matadores. Sin ese periodo de formación, de crecimiento profesional, habrá lagunas en el futuro. Y si no hay escenario, es difícil conocer a los músicos. La carrera de los grandes diestros de la historia siempre pasó por una etapa novilleril brillante. Por eso, es necesario que el contrato de la plaza de Albacete siempre obligue a organizar esas dos novilladas.

Sobre lo visto este viernes, con menos de media entrada, el aficionado local vio a un Cristian Pérez que salió a hombros. Obtuvo una oreja de cada novillo; la primera, por la vía de la emotividad. La segunda, por ser todo pundonor y no dejarse nada en el tintero.

Alejandro Peñaranda también cortó una oreja. Y se mostró técnico y diligente, si bien pareció que faltase algo en ese quinto. El novillero francés Lalo de María no tuvo su mejor tarde. Quedó todo muy liviano y superficial, sumando demasiados desaciertos con los aceros. Lo dicho, hubo una oportunidad y Cristian la aprovechó a su manera. Y es pertinente y necesario reconocerlo.