CRÓNICA TAURINA

La primera comida tras el ayuno intermitente

Sebastián Castella y Emilio De Justo cortan una oreja en la séptima del abono en la Feria de Albacete. Rufo pincha una buena faena y Victoriano del Río lidia dos buenos toros

La primera comida tras el ayuno intermitente. FOTO UTE CASAS AMADOR

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Se compraron varios libros de la dieta Dukan, luego llegó la vegetariana, después la vegana, y ahora la moda es el ayuno intermitente. Un servidor no entiende de preceptos dietéticos más allá de la dieta mediterránea y del dicho de “para adelgazar, poco plato y mucho zapato”, pero todo el mundo sabe que, tras recortarse el pienso unos días, la comida que haces que se sale del verde y privaciones varias, te sabe a gloria. Pues eso pasó en Albacete en la tarde de hoy. Tras un ayuno forzado y forzoso de casta, trapío y emoción, hoy comimos un menú del día con su primero, segundo y postre, bebida y café incluidos, por un módico precio y con un servicio decente. Y claro, no fue comer en el Ritz, pero le supo a gloria a la afición tras ls hambruna de ayer.

El trapío mejoró un punto -sin ser bueno- y se vieron dos toros de más que interesante juego, con uno de Victoriano (ese tercero de nombre Voraz) que puede tener premio al final de Feria por ser muy completo. Y los toreros dejaron su impronta en el ruedo manchego. Castella no pasó de correcto con el muletero cuarto al que debió desorejar. De Justo logró una oreja y mostró su estilo clásico que nunca pasa de moda mientras que Rufo dejó una faena ligada y templada, toreando por bajo. Lástima de la espada, que desbarató el lograr algún premio. Ojalá que la tarde de hoy sea no sólo subir un escalón sino varios pisos. Valor, y al toro.

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