Los cañones antigranizo, una amenaza para el campo albaceteño

En las zonas agrícolas de Albacete y Murcia, los cañones antigranizo han generado un intenso debate entre los agricultores y las autoridades. Según los afectados, estos dispositivos no solo podrían estar alterando las precipitaciones, sino que también operan sin la debida autorización legal.

¿Cómo funcionan los cañones?

Los cañones antigranizo son dispositivos que funcionan mediante explosiones de gas acetileno, generadas aproximadamente cada siete segundos. Estas explosiones van dirigidas hacia las nubes con el supuesto objetivo de disipar el granizo y reducir los daños en los cultivos. Sin embargo, agricultores de localidades como Villar de Chinchilla y Pozo Cañada afirman que, desde que estos dispositivos comenzaron a funcionar en sus áreas, han observado alteraciones climáticas, como lluvias más dispersas o mayor incidencia de granizo en determinadas zonas.

Además, muchos de estos cañones están instalados en cultivos que ya cuentan con protección mediante mallas antigranizo, lo que genera dudas sobre su verdadera utilidad. La falta de regulación y la posible afectación climática han llevado a la creación de una asociación de agricultores que exige el cumplimiento de la normativa.

Reunión con la Subdelegación del Gobierno

En una reciente reunión con el subdelegado del Gobierno, los agricultores plantearon sus preocupaciones y solicitaron medidas inmediatas. Según explicó Urbano Pérez, presidente de la asociación de la Asociación del Sureste contra la Manipulación del Clima, la Confederación Hidrográfica del Segura y la del Júcar deberían otorgar autorizaciones previas para el uso de estos cañones, con una validez de 12 meses renovables. No obstante, la información proporcionada por las confederaciones indica que no se ha concedido ninguna autorización para su funcionamiento en la región.

"No cuentan con permiso para operar"

Urbano Pérez

Presidente de la asociación de la Asociación del Sureste contra la Manipulación del Clima

"Nos han confirmado que estos dispositivos no cuentan con el permiso necesario para operar. No entendemos cómo es posible que sigan funcionando sin que nadie tome medidas al respecto", denunció Pérez.

A pesar de esto, los cañones continúan operando, lo que ha llevado a que las delegaciones del Gobierno y las confederaciones comiencen a levantar actas y tomar medidas similares a las aplicadas a los agricultores que usan productos no registrados o sin autorización. En Granada, por ejemplo, ya se ha logrado precintar un cañón por incumplimiento de la normativa, lo que representa un precedente para otras zonas afectadas.

Ante esta situación, la asociación de agricultores planea seguir exigiendo a las autoridades que se cumpla la ley. Su objetivo es que todos los cañones sin autorización sean clausurados y precintados, garantizando así que no sigan operando de manera irregular. "Lo único que pedimos es que se haga cumplir la ley. Si estos cañones no tienen autorización, deben ser retirados de inmediato", enfatizó Urbano Pérez.

Además, buscan generar mayor conciencia sobre los efectos negativos que estos dispositivos pueden tener en el clima y en la vida de los vecinos cercanos, quienes también se ven afectados por el constante ruido de las explosiones.