DECESO
Fallece el exalcalde de Albacete, Abelardo Sánchez
Nieto de otro alcalde, que da nombre a nuestro Parque, rigió los destinos de la ciudad en la década de los 70

Abelardo Sánchez en sus tiempos de alcalde. Década de los 70. FOTO IEA
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Abelardo Sánchez Moreno, quien fuera concejal y alcalde de Albacete en la década de los 70, ha fallecido.
Desde el Ayuntamiento de la capital, el alcalde de Albacete, Vicente Casañ, ha mostrado el pesar de la corporación municipal a su familia por el fallecimiento de una persona que destacó por su moderación, su carácter conciliador, su talante afable y su espíritu conversador, así como su preocupación siempre por la ciudad en la que nació.
Abelardo Sánchez fue procurador en las Cortes y concejal del Ayuntamiento de Albacete entre 1971 y 1977. Al año siguiente, en julio de 1978, accedió a la alcaldía de Albacete, cargo para el que fue designado por la corporación municipal tras la renuncia de Ramón Bello Bañón que dejó el cargo de alcalde para ser gobernador civil de Ciudad Real.
Sánchez fue alcalde de su ciudad hasta abril de 1979, cuando se celebraron las primeras democráticas municipales, a las que concurrió como independiente. Aquí terminó su carrera en la política activa, si bien la vida política local siempre le interesó y participó en ella de otra manera, era asiduo colaborador de medios de comunicación, como el diario La Verdad, donde escribía una columna de opinión, también participó durante años en la tertulia de Radio Albacete.
Abogado de profesión, ejerció como profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Nacional a Distancia y desempeñó distintas responsabilidades en la administración autonómica. Se jubiló siendo Jefe de Sección de la Delegación de Industria y Trabajo.
Abelardo Sánchez fue un enamorado de su ciudad y siempre se proclamó orgulloso de haber sido testigo del esfuerzo realizado por varias generaciones hasta conseguir que el país pudiese dejar atrás la dura posguerra en la nació y afrontar una transición democrática de la que se sintió parte activa. “Le encantaba pasear por su ciudad, porque se sentía muy querido”, recuerda hoy su familia.
Todo Albacete rinde homenaje hoy no solo a un alcalde, sino también a un abogado, o un profesor en la Universidad de Educación a Distancia, a un hombre de diálogo y a una persona honrada y querida. Descanse en Paz.