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“Cuando mi cliente entra, deja de ser solo un cliente”: Cristina Díaz, el alma de Maralba tras su reconocimiento
Cristina recibió la noticia de ser la mejor jefa de sala de España, un reconocimiento que premia la excelencia y el esfuerzo de más de dos décadas de dedicación
Albacete - Publicado el
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La gala Michelin celebrada recientemente en Murcia dejó un momento inolvidable para Cristina Díaz, directora de sala del restaurante Maralba , ubicado en Almansa, Albacete. Con gran sorpresa y emoción, Cristina recibió la noticia de ser la mejor jefa de sala de España, un reconocimiento que premia la excelencia y el esfuerzo de más de dos décadas de dedicación.
En una entrevista posterior, con Miguel Yeste en Cope Albacete, hemos podido conocer más detalles de la vida de la protagonista.
Una sorpresa inesperada
Cristina, aún emocionada al recordar la gala, reveló que no sabía de antemano que recibiría este reconocimiento, lo que hizo que su reacción fuera completamente espontánea: "Lo viví de la manera más natural porque no sabía nada. Entonces mi emoción fue auténtica, lo que soy yo. Soy una persona que siente muchas las cosas, y me salió así, con esa emoción y esa responsabilidad que tengo ahora mismo."
Este hito, según Cristina, representa un "suma y sigue" en el crecimiento del restaurante, que lleva 21 años en funcionamiento.
El secreto de Maralba: Pasión y alma
Cuando le preguntamos qué hace especial a Maralba, Cristina destacó que el éxito de su restaurante no radica solo en la comida, sino en una experiencia integral que logra tocar el alma de los comensales: "Creo que es un poco el conjunto de todo. Me gusta mucho mi trabajo, lo vivo como mi pasión. La gente nos dice que aquí hay algo, un alma que intentamos transmitir a mi cliente, cuando entra por la puerta, ya no es solo un cliente, sino alguien especial, y tratamos de hacerlos sentir como en casa."
Esta filosofía se ha convertido en Maralba en un lugar donde los clientes disfrutan no solo de la gastronomía, sino también del ambiente, el servicio y el cariño con el que se cuida cada detalle. Cristina explica que, para ella, "comer bien" no es suficiente; el trato al cliente y la conexión emocional son iguales de importantes.
"Al final, lo más importante no es solo que el cliente coma y beba bien, sino que perciba lo que estamos haciendo en cocina y sala. Eso hace que la experiencia sea única"
Jefa de sala de Maralba
Aunque Cristina admite que siempre ha sentido orgullo por su trabajo, este reconocimiento tiene un significado especial para ella y su equipo.
"Llevamos 21 años y que llegue algo así, un reconocimiento de la guía de las guías, es algo muy grande. Todavía no he tenido tiempo de digerirlo del todo. Cada vez que me acuerdo del momento, sonrío. Es uno de esos logros que te hacen sentir que todo el esfuerzo vale la pena."
Sin embargo, este premio no solo ha impactado a Cristina, sino también a su esposo y chef, Fran Martínez, ya su hija. Al recordar las reacciones de su familia, Cristina comentó emocionada:
"Ver la cara de mi marido, el orgullo que le dio, fue espectacular. Él siempre ha sido muy humilde, pero su emoción y alegría me llenaron de felicidad"
Jefa de Sala de Maralba
Un aluvión de cariño
Cristina ha recibido innumerables muestras de afecto y felicitaciones. Con humildad y gratitud, compartió cómo ha vivido este momento: "En WhatsApp, el otro día tenía más de 500 mensajes. En redes sociales, en el email, en el teléfono... ha sido increíble. Me he sentido súper querida. En la misma gala, la ovación que me dieron fue muy especial, se notó el cariño y la cercanía de todos los que estaban allí."
Este reconocimiento no solo es un logro personal para Cristina y Fran, sino también un motivo de orgullo para Almansa y toda la región. Según Cristina, el apoyo local ha sido abrumador: "Desde Albacete hasta Murcia, incluso desde lugares más pequeños, como el Elche de la Sierra, todo el mundo nos ha felicitado. Sentimos que este premio también es un poco de todos ellos".
Más allá de la cocina
Aunque Cristina se describe como alguien que no cocina, su papel en Maralba va mucho más allá. Como directora de sala, es la responsabilidad de garantizar que cada cliente viva una experiencia única. "No cocino nada, para eso tengo a Fran. Pero sé comer bien, que es igual de importante. Al final, se trata de disfrutar cada detalle y transmitir eso al cliente", expresa entre risas.