Tradiciones ancestrales se mantienen en la Semana Santa de nuestros pequeños pueblos

En la semana de Pasión en la que estamos inmersos, las grandes procesiones, los pasos bien adornados con olorosas flores, es quizás lo más llamativo, pero hay quienes desde el recogimiento y también la tradición la viven de manera distinta, recogida y sencilla.

En la España Rural, en muchos de nuestros pequeños pueblos se vive de esta manera.

En COPE nos acercamos a un pequeño municipio de la provincia de Albacete, Pozuelo, con una población que roza el medio millar.

En Pozuelo, inician las procesiones, el viernes de Dolores con la procesión de los 7 Dolores, con la imagen de la virgen que recorre todo el municipio haciendo siete paradas en la que los Auroros cantan y rezan a la virgen.

El grupo de los auroros de Pozuelo pertenece a la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, que tiene doscientos cofrades y fue fundada en 1614. Pedro Roldán Cortés es auroro, y como cura del pueblo coordina el grupo.

El símbolo de los auroros de Pozuelo es la medalla de la Cofradía del Rosario y la capa con la que van ataviados. En sus rondas llevan un farol antiquísimo que va iluminando el trayecto, y cuando se detienen a cantar es situado en el centro del coro.

La imaginería de Pozuelo es rica y está siendo restaurada poco a poco descubriendo verdaderas joyas de gran valor artístico, nos cuenta el párroco Pedro Roldán.

Juan Manuel Sánchez, otro de los sacerdotes que atiende la Parroquia de Pozuelo, y Consiliario de Semana Santa, no cuenta que también se ha formado una banda de tambores con los jóvenes del pueblo, que junto a los Auroros participan en las celebraciones.