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Javier Cuenca: "Yo ya tengo mi victoria moral"

Primera entrevista con el exalcalde de Albacete tras el auto judicial que obliga a la Subdelegación del Gobierno de Albacete a activar el protocolo por acoso que solicitó

Miguel Yeste

Albacete - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

A través de un auto, el juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 1 de Albacete ha condenado a la Subdelegación del Gobierno en Albacete a iniciar el protocolo de acoso ante la denuncia del exalcalde de Albacete, Francisco Javier Cuenca (alto funcionario de la Administración General del Estado), que se vio obligado a denunciar su situación laboral ante los tribunales tras su reincorporación al puesto de jefe de Agricultura de la citada Subdelegación.

En la primera entrevista que ha concedido a un medio de comunicación, Cuenca nos ha explicado que su desempeño profesional al frente de la sección de Agricultura en la mencionada Subdelegación "cambia en el momento en el que Pedro Sánchez accede a la presidencia del Gobierno mediante una moción de censura (1 junio 2018)". Ese cambio en el poder hace cambiar delegaciones y subdelegaciones de gobierno. "A partir de ahí, mi situación cambia y comienza un desgaste físico y emocional ya que no he podido desempeñar las funciones que tenía atribuidas".

Ante el deterioro de esa situación laboral, Javier reclama el 25 de agosto de 2021 ante la Administración General del Estado para poder ejercer sus funciones con normalidad y menos de un mes después, el 21 de septiembre, se emite desde la Subdelegación su propuesta de cese, un día que Javier no va a olvidar porque aquella misma mañana, había sufrido una crisis de ansiedad derivada de esa situación "tumbado en una camilla, en un centro de salud, con taquicardia y respirando con una bolsa de plástico".

Aquel cese y la situación arrastrada acaban con Javier Cuenca en el Servicio de Psiquiatría del Sescam (grandes profesionales, según cuenta), que revisando la documentación que el paciente presenta, emite un informe en el que habla muy claro, aunque llegó un momento en el que llegó a pensar que era culpable, confesando que "yo he llorado en el psicólogo y he llorado en el psiquiatra porque me encontraba mal y no es nada agradable".

Que se active el protocolo por acoso

Llegamos a marzo de 2022, Javier Cuenca ya se encuentra bien de salud; tras el cese ha sido asignado a otro puesto de la Administración, la Confederación Hidrográfica del Júcar, con menos categoría de la que le corresponde y por ende, menos sueldo.

Es el momento en el que decide solicitar que se active el protocolo por posible acoso en la Subdelegación del Gobierno, pero al ser denegado por los propios 'presuntos acosadores', es cuando interpone un recurso contencioso administrativo por vulneración de derechos fundamentales, algo que no lo hace solo por él sino por cualquier persona que se sienta en estas circunstancias.

En la instrucción resulta fundamental el escrito del fiscal en el que, ante la documentación presentada se dice que “hay indicios de acoso”, por lo que el jueza determina en su auto que debe iniciarse ese protocolo por acoso y que las personas que lo denegaron no pueden actuar en ese expediente, condenando además en costas a la Administración.

Javier cree que la justicia ha protegido sus derechos, pero es triste haber tenido que llegar a esta situación "no por mí, sino por cualquier otra persona que pueda verse ante este problema".

Y, pendiente de que se haga efectivo el auto, antes de que incluso llegara esa decisión judicial, ya sentía haber ganado: "mi victoria moral ya la tenía cuando los profesionales de psiquiatría me dijeron que estaba bien y que lo que había sufrido era un acoso"

Dice Cuenca haberse sentido respaldado por miembros relevantes de su partido. Recordamos declaraciones públicas tanto de Paco Núñez como de Manolo Serrano, aunque el apoyo va más allá de una nota o una declaración y es que "Manolo Serrano, por ejemplo, estuvo conmigo aquella mañana que tuve el ataque de ansiedad y eso vale más que cualquier declaración pública"

También ha recibido apoyos por parte de Vox o Ciudadanos y es de agradecer –dice-, aunque no comprende la pequeñez mental de otros partidos y sus responsables que no se pronuncian o callan.

Por último, y si finalmente todo este proceso determinara que Javier Cuenca debe regresar a la Subdelegación de Gobierno "volveré con la cabeza alta porque no he hecho nada".