Ciudad Real es, un año más, la provincia que más X marca a favor de la Iglesia católica

Ciudad Real es, un año más, la provincia española que más X marca a favor de la Iglesia en la Declaración de la Renta.

Así se desprende de los datos ofrecidos hoy por el Obispado de Ciudad Real, que reflejan que el número de declaraciones a favor de la Iglesia el pasado año en nuestra provincia fue de 115.422, con un incremento de 0,40% con respecto al año anterior, en concreto, 1.762 declaraciones más.

Esto supone una asignación de 2.537.109 € para la Iglesia de Ciudad Real, 149.256 € más que en 2019.

A pesar de ello, la Conferencia Episcopal lleva a cabo un reparto solidario con la cantidad del dinero recibido de forma que las diócesis con menos posibilidades reciben más dinero proporcionalmente. En nuestro caso, si nos ciñéramos a lo que los contribuyentes de Ciudad Real asignan a la Iglesia la cantidad es de 2.537.109 euros y, sin embargo, vamos a recibir la cantidad de 3.006.141 euros.

"Nos alegra seguir siendo la provincia española que más X marca a favor de la Iglesia" ha señalado la encargada de la gestión administrativa de la Diócesis, Isabel Oviedo, "con un 52,27%, más de veinte puntos por encima de la media española y más de 7 puntos por encima de toda Castilla-La Mancha (45,18 %)".

"Este dato nos habla de la solidaridad de la provincia, que sigue confiando cada año en la labor de la Iglesia y que aprecia el modo en el que se trabaja" afirmaba Oviedo.

La Diócesis de Ciudad Real, destinará el dinero recibido a través de esta asignación al desarrollo de las actividades pastorales, a la retribución del personal y del clero diocesanos, a actividades asistenciales, a centros de formación, a la ayuda a la Iglesia Nacional e Internacional y al mantenimiento y rehabilitación de templos y edificios. Supone en torno al 15 % del total de nuestros recursos.

LAS "X" EN ESPAÑA

En toda España, el total de declaraciones que marcaron la X a favor de la Iglesia Católica fue de 7.297.646, más de 8,5 millones si tenemos en cuenta las declaraciones conjuntas.

Se trata de 106.259 declaraciones más con respecto al año anterior, lo que supone un 32,15% de los declarantes que asignan, desde su colaboración libre del 0,7% de sus impuestos al marcar la casilla de la Iglesia, 301,07 millones de euros (un 5,85 % más que en 2019). Es la cantidad más alta desde el comienzo del actual sistema de asignación tributaria en 2007.

Cabe recordar que la Declaración de la Renta que se hizo en el año 2020 se corresponde con el ejercicio 2019, por lo que no se notará aún el descenso notable en la actividad económica que ha producido la pandemia.

AYUDANDO A LOS QUE MÁS LO NECESITAN

"Durante más de un año, de manera más especial si cabe, la Iglesia se ha volcado en la ayuda a los más necesitados" ha explicado el ecónomo diocesano, Jesús Álvarez, "ayudando al cumplimiento de las normas sanitarias y haciendo un esfuerzo económico y de trabajo para cubrir las necesidades más urgentes que se están dando".

"La Iglesia es refugio para quien no tiene casa, alimento para quien pasa hambre y compañía en las situaciones de soledad que se están viviendo. En estos momentos tan difíciles de la vida de nuestro país, la Iglesia está siendo un actor importante en la ayuda a todos"

Miles de voluntarios —hermandades, conventos y otros grupos parroquiales— se pusieron a trabajar para fabricar el material que faltaba en hospitales y residencias. Muchas parroquias se convirtieron en la sede desde la que se distribuían materiales que se fabricaban en casas y conventos.

Además, los sacerdotes acompañaron a las familias de la manera que mejor se pudo en los cementerios. De igual modo, los enfermos y todos aquellos a los que la pandemia afectó más directamente. A través del teléfono se pudieron atender situaciones complicadas, poniendo a disposición de todo el que llamara la ayuda de psicólogos y trabajadores sociales.

En lo económico, se hizo un llamamiento para la ayuda a través de Cáritas, que tuvo que modificar su forma de trabajo para llegar a todos de la manera más segura posible. La mayor parte de los voluntarios pertenecen a grupos de edad de especial riesgo, por lo que los trabajadores y algunos voluntarios tuvieron que multiplicar su trabajo.

Como otras instituciones, la Iglesia tuvo que aprender a continuar con su labor sin estar preparada, improvisando, pero sin perder el objetivo de anunciar el evangelio y de acompañar las situaciones más dolorosas y difíciles. De este modo, las parroquias continuaron orando en la Iglesia de casa, uniendo a familias a través de los medios tecnológicos y convirtiendo cada templo en un estudio de televisión que llevó la Iglesia a los hogares.

"Ahora, más de un año después del comienzo de la pandemia, continuamos lanzando un mensaje de esperanza, de unidad, de colaboración común" destacaba Álvarez.

"En lo que es la Iglesia, en el bien que hace a todos desde multitud de ámbitos, ofreciendo todo lo que somos. Además, pedimos la colaboración de todos porque juntos, sumando esfuerzos y voluntades, logramos un mundo mejor".

Por todo esto, "por lo que somos y por lo que hacemos", Jesús Álvarez ha animado a todos los contribuyentes a marcar la X de la Iglesia y la de Fines Sociales en la Declaración de la renta.

"Se trata del único ejercicio libre en la Declaración, a través del cual es el ciudadano el que decide el destino de sus impuestos. Si se marcan las dos X el porcentaje se suma, con un 0,7 % para cada casilla" ha recordado.