Dos detenidos por echar gar pimienta en una discoteca de Puertollano y provocar una estampida

Ocurrió el pasado sábado en "La Tele". Afortunadamente solo resultaron afectados por inhalación de este gas, vómitos y mareos una decena de jóvenes de los 250 que había dentro

Elena Jiménez

Ciudad Real - Publicado el - Actualizado

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Entraron a la discoteca “La Tele” de Puertollano con un bote de gas pimienta oculto. Y les pareció gracioso echarlo dentro, en una sala en la que había al menos 250 personas.

La Policía Nacional ha detenido en Puertollano a los 2 jóvenes que el pasado sábado rociaron con gas pimienta la citada discoteca, provocando una estampida que afortunadamente no produjo heridos graves.

Según explica el portavoz de la Comisaría de Policía Nacional de Ciudad Real, Francisco Chacón, "en cuestión de segundos, el gas contaminó toda la sala, provocando el caos y dando lugar a una estampida de clientes que luchaban por salir al exterior a través de la salida de emergencia".

La coordinación entre los agentes de policía y los responsables del establecimiento, que sufrió algunos desperfectos materiales, permitió finalmente el desalojo de las 250 personas que se encontraban dentro.

Y aunque no hubo que lamentar heridos de gravedad, una decena de jóvenes tuvieron que ser atendidos por mareos, vómitos y problemas respiratorios como consecuencia de la inhalación del gas pimienta.

Tras estos hechos, la Policía rastreó en redes sociales a los dos máximos responsables del altercado, siendo detenidos por un delito de desórdenes públicos.

SPRAYS HOMOLOGADOS, SOLO AUTORIZADOS PARA MAYORES DE EDAD

Desde la Policía Nacional recuerdan que el reglamento de armas autoriza la adquisición de "sprays homologados siempre y cuando el portador sea una persona mayor de edad" y siempre en el ámbito exclusivo de una defensa personal del usuario en casos de extrema gravedad.

Estos sprays incorporan un compuesto con alto contenido en capsaicina que genera una sensación muy alta de quemazón e irritación en los ojos y en las cuerdas vocales, así como problemas respiratorios graves si se ingiere de forma accidental.

Además, rociarlos en lugares cerrados puede provocar una situación caótica extrema que derivan estampidas o avalanchas humanas que luchan por salir al exterior, con el consiguiente riesgo para la vida o integridad de los presentes.

Este tipo de acciones, subraya Chacón, puede dirimirse en una "responsabilidad penal para todos aquellos que utilicen este tipo de sprays, incurriendo por tanto en la comisión de delitos graves, de desórdenes públicos e incluso en casos más graves en delitos contra la vida o la integridad por imprudencia grave".