La niñera ciudadrealeña de Pablo Iglesias e Irene Montero

"Algo muy grave y que necesariamente debería estar investigando la Fiscalía" la posibilidad de que Podemos haya podido destinar fondos públicos para pagar a la cuidadora de los hijos de Pablo Iglesias e Irene Montero. Así se han manifestado desde Cs está semana después de conocer las informaciones publicadas después de que la exabogada de Podemos Mónica Carmona haya remitido al juez que investiga la gestión de Podemos en el llamado caso Neurona un escrito en el que asegura que recibió una denuncia "interna confidencial" afirmando que Irene Montero "utilizaba a una persona a sueldo del partido como cuidadora de sus hijos".

Teresa Arévalo que así se llama es natural de Ciudad Real, de hecho creció y vivió en Miguelturra.

Desde la opisiión consideran que "lo cual, además de ser contrario a las más elementales normas éticas, podría ser constitutivo de un acto de administración desleal del patrimonio del partido", añade la exresponsable de Cumplimiento Normativo de Podemos.

En el informe remitido al titular del Juzgado de instrucción número 42 de Madrid, Juan José Escalonilla, al que ha tenido acceso EFE, la abogada no identifica a la persona denunciante, pero asegura que le trasmitió que "Irene Montero utilizaba habitualmente a esta empleada de Podemos para cuidar a su hija".

Incluso -continúa- "se habían desplazado las tres en el mes de octubre a la ciudad de Alicante para participar en un acto de campaña electoral, dejando a la empleada de Podemos al cuidado de la niña, mientras la señora Montero intervenía en un acto de campaña".

En este sentido, apunta que tras la denuncia pudo comprobar que el día 20 de octubre de 2019 Irene Montero, su hija y Teresa Arévalo, junto a otras personas del partido, viajaron a Alicante a cargo del presupuesto de campaña de las elecciones del 10 de noviembre de 2019 de la coalición Unidas Podemos.

Fuentes de Podemos han tachado de "absolutamente falso" lo relatado por Carmona y han recordado que, tras archivar el juez varias líneas de investigación, la causa únicamente se centra en un contrato suscrito con la consultora Neurona para las elecciones de 2019.

La trayectoria de Arévalo comenzó como diputada de la formación morada, donde cobraba el sueldo correspondiente del grupo de Podemos en el Congreso, hasta que perdió el escaño tras las elecciones de abril de 2019. Según explican los propios cargos de Podemos, Arévalo ya compatibilizaba el cuidado de los hijos de Iglesias y Montero con su presencia en el Congreso.

Al perder su escaño y el sueldo público que conllevaba, Arévalo fue recolocada como asesora del grupo parlamentario, hasta que, merced al acuerdo de Gobierno de coalición entre Iglesias y Sánchez, consiguió convertirse en una de las niñeras mejor pagadas de España. El sueldo de Arévalo dejó de depender de Podemos para pasar a ser financiado por los Presupuestos Generales del Estado, esto es, por los impuestos que pagan los residentes en España.

Arévalo, sin estudios universitarios, fue nombrada jefa de gabinete adjunta de la ministra Irene Montero, convirtiéndose en funcionaria de nivel 30, el más alto que hay en la Administración, con un sueldo de 51.946 euros.