La Policía Nacional salva la vida a un bebé en Ciudad Real

El niño, de 12 meses de edad, presentaba un complejo cuadro clínico con convulsión febril severa y síntomas de asfixia por atragantamiento

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La Policía Nacional salvó, el pasado mes de diciembre en Ciudad Real, a un bebé de 12 meses de edad que no respondía a ningún estímulo y presentaba un complejo cuadro clínico con fuertes convulsiones febriles y síntomas de asfixia por posible atragantamiento.

Los hechos ocurrieron el pasado 18 de diciembre de 2021, cuando dos patrullas uniformadas de la Policía Nacional acababan de abandonar su base en la Comisaría Provincial de Ciudad Real para atender un servicio.

En la misma Ronda de Toledo, han explicado hoy los agentes en rueda de prensa, fueron requeridos "in extremis" por un matrimonio con un bebé en brazos que pedía auxilio. Inmediatamente, los agentes asistieron a la pareja y se hicieron cargo del menor, solicitando con máxima urgencia una UVI Móvil en vista de la gravedad de la situación.

José, de los policías, tumbó al bebé sobre su antebrazo para darle repetidas palmadas en la espalda con la mano hueca, a la altura de los omóplatos, al tiempo que realizaba compresiones en su tórax para estimularlo y que expulsase cualquier cuerpo extraño. Afortunadamente, y ante la insistencia del agente en la maniobra, el bebé reaccionó y expulsó la densa flema que dificultaba su respiración, quedando estabilizado hasta la llegada de los servicios médicos.

La UVI Móvil asistió y trasladó al bebé al Hospital General de Ciudad Real donde el personal sanitario le examinó y, tras numerosas pruebas, se confirmó que el menor habría sufrido un caso severo de crisis convulsiva asociada a fiebre; se trata de episodios de crisis que si bien en ocasiones son inofensivos, en otros casos extremos pueden derivar en la obstrucción de la vías respiratorias o incluso en parada cardiorrespiratoria del bebé.

Diana, la madre del bebé, ha agradecido públicamente a los policías que auxiliaron a su hijo Mateo, que era la segunda vez que sufría este tipo de convulsiones.

Los agentes han regalado al niño una gorra de la Policía Nacional para que, cuando sea mayor, sus padres le cuenten este suceso que, afortunadamente, quedará como anécdota.

Los policías nacionales regalan a Mateo una gorra