El acusado de secuestrar y maltratar a su expareja en Puertollano lo niega todo: "Quería hundirme"

El joven de 25 años (22 en el momento de los hechos) acusado de secuestrar y matratar durante cuatro días a su expareja en Puertollano en el verano de 2021, ha negado los hechos en el juicio celebrado hoy en la Audiencia Provincial de Ciudad Real.

El acusado ha defendido que "en ningún momento se quiso acercar a ella", que era "ella quien le hacía la vida imposible a él", que "se hacía ella misma lesiones" porque no ya no estaban juntos, y que "le ponía denuncias falsas para hundirle la vida".

También ha declarado, en este caso por videoconferencia desde la cárcel madrileña de Estremera, donde cumple condena por otros delitos, la denunciante y expareja del acusado.

Aunque la víctima ha declarado ante la sala su intención de retirar la denuncia, ha ratificado "punto por punto" la historia. Asegura que "la engañó, la subió al coche y la retuvo cuatro días en contra de su voluntad" en el domicilio de los padres del acusado.

Y además, ha dicho, el acusado "la golpeó con un ladrillo y un bate de béisboil", y "le quemó la mano con un cigarro".

Ha relatado que consiguió salir de la vivienda "aprovechando que estaba durmiendo" y que una vecina y la hermana de esta la ayudaron a salir.

LA HERMANA DE LA VÍCTIMA "SE DESENTIENDE"

Durante su declaración, la denunciante ha asegurado que tiene miedo de su ex, y que su familia la ha intentado convencer de que no denuncie.

De hecho, una de las testigos ha sido su hermana, que ha afirmado en la sala que no sabía nada de la retención ni de la denuncia, y que "apenas tiene relación con su hermana", a la que ha señalado como "consumidora habitual" de drogas.

Los agentes que intervinieron el día de los hechos han testificado que acudieron al domicilio de la calle Bachiller Fernán Gómez de Ciudad Real, donde la joven se ocultó tras ser retenida.

Han contado que la encontraron “muy nerviosa” y con “bastante miedo”, que “hablaba muy deprisa y vocalizaba mal”, aunque parecía fruto de “la situación que había vivido antes”, y no de la toma de sustancias estupefacientes. En el atestado, la Policía Nacional indicó que era un caso de “riesgo extremo” por violencia de género.

La Fiscalía considera los hechos constitutivos de un "delito de maltrato en el ámbito de violencia de género", un delito continuado de quebrantamiento de medida cautelar (en el momento de los hechos el acusado tenía una orden de alejamiento de su ex pareja) y otro de detención ilegal, por los que pide para el acusado siete años de prisión, además de una indemnización de 210 euros por las lesiones causadas.

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Fiscalía

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Por su parte, la abogada de la defensa ha insistido en los "problemas psicológicos de la mujer" y en sus "posibles adicciones", de ahí las “contradicciones” de su relato.