La Diócesis de Ciudad Real celebra a su patrón, Santo Tomás de Villanueva

Una procesión y la misa, presidida por el Obispo, Don Gerardo Melgar, han sido los actos con los que la Diócesis de Ciudad Real ha celebrado en la capital a su patrón, santo Tomás de Villanueva.

La procesión con la imagen del santo, portada por los seminaristas, ha discurrido por las calles aledañas a la catedral, con la participación de la mayor parte de los sacerdotes del presbiterio, fieles y autoridades militares y civiles.

Una vez que la imagen del santo ha regresado a la catedral, ha comenzado la eucaristía.

Don Gerardo, en la homilía, ha recorrido la biografía del santo, su labor como obispo en un tiempo en el que el episcopado no se ejercía pastoralmente, su preocupación por la formación y elección de los sacerdotes, y su entrega a los pobres, uno de los pilares de su vida.

Ha recalcado que las virtudes de santo Tomás se pueden vivir en la actualidad: «Esta celebración nos brinda la oportunidad de acercarnos a él y tomar conciencia del estilo y de las virtudes que Él vivió en grado heroico. Porque dicha toma de conciencia de su estilo de vida y de sus virtudes nos ayudarán también a nosotros a vivir hoy en toda su autenticidad».

«La vida cristiana, sacerdotal y apostólica de santo Tomás de Villanueva estuvo cimentada sobre tres pilares fundamentales: el amor a los pobres, en el que destacó de una manera especial; la reforma del clero, y la promoción de las vocaciones sacerdotales, así como la evangelización de la gente que el Señor le había confiado».

Respecto a la preocupación de santo Tomás por los pobres, el obispo ha recordado que «sigue martilleando nuestros oídos y nuestro corazón y nuestra vida su testimonio de vida y esta opción preferencial por los pobres». Además, ha comparado la preocupación actual por los pobres en el lenguaje, «en este momento en el que llenamos tantas veces la boca de palabras vacías como solidaridad, disponibilidad o igualdad en la sociedad del bienestar y del compartir», frente a la «devoción preferencial por los pobres [de santo Tomás], tratando de imitar a Cristo. Eso tiene que remover nuestras conciencias».

Por otro lado, desde el trabajo de santo Tomás por la santidad de los sacerdotes, don Gerardo ha hecho una llamada vocacional a jóvenes y familias, pidiendo que las comunidades no olviden el deber de tener presente el discernimiento vocacional en la vida de las parroquias. «Cuando llega como arzobispo de Valencia, encuentra un clero relajado que necesita urgentemente una reforma sacerdotal en general. Hoy, nosotros estamos también llamados a renovar y aumentar nuestro celo y ardor pastoral, llevando una vida mucho más entregada a nuestro ministerio y una clara vivencia alegre de nuestra vida como sacerdotes, suscitando una promoción de las vocaciones sacerdotales».

«¿Estamos haciendo aquello que deberíamos hacer?», ha preguntado, refiriéndose a las familias y a la vocación: « Las familias cristianas han sido siempre un semillero de vocaciones sacerdotales y deben seguir siendo este mismo semillero porque, desde ellas, deben sentirse animados los hijos a plantearse y a responder si esa es su propia vocación. De ninguna manera en una familia cristiana se debe considerar la vocación al sacerdocio de los hijos como una desgracia».

Por último, el obispo se ha referido al esfuerzo evangelizador de santo Tomás, que hoy es una llamada a toda la Iglesia para la misión: «Debemos sentirnos llamados a evangelizar con nuestra palabra y sobre todo, con nuestro testimonio, como hizo nuestro santo».

«Que Santo Tomás de Villanueva, patrono de nuestra diócesis, nos ayude a hacer lo que él hizo y a vivir lo que él vivió, porque imitando su estilo y sus virtudes, estaremos respondiendo también a lo que el Señor nos está pidiendo en este momento. Como Él respondió a lo que Dios le pedía en su propio momento», ha concluido.